Transcripción:
A pesar de los avances en materia laboral respecto a la equidad de género, las mujeres trabajadoras siguen percibiendo salarios menores a los de sus pares hombres, además de ver dificultado su acceso a puestos de alta dirección.
La baja participación de mujeres en el mundo laboral, especialmente en puestos directivos, sigue siendo un tema pendiente en los entornos laborales, pues aunque la perspectiva de género y la inclusión continúan siendo incorporadas, el avance ha sucedido de manera muy lenta.
Son las madres trabajadoras, entre varios grupos de mujeres que se dedican a las labores remuneradas, quienes resultan más afectadas por estos sesgos, pues mientras la participación de los padres en las empresas oscila entre el 24 por ciento y el 29 por ciento, independientemente de su nivel de puesto, la participación de las madres disminuye hasta el 16 por ciento en puestos de alta dirección.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) menciona que encontrar trabajo es mucho más difícil para las mujeres que para los hombres en todo el mundo y que cuando las mujeres logran colocarse en el mundo laboral, lo hacen en puestos de baja categoría y en condiciones de vulnerabilidad. De acuerdo con una investigación realizada por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), junto con Kiik Consultores, las trabajadoras de México consideran que las mujeres se encuentran rezagadas en el campo laboral en aspectos como acceso a puestos de toma de decisiones y sueldos.
A medida que el sector privado adopta estrategias integrales de diversidad e inclusión, se vuelve cada vez más pertinente contar con datos para evaluar los avances y detectar las áreas de oportunidad en materia de igualdad de género. Es por ello que estas organizaciones realizaron un sondeo entre los trabajadores mexicanos y su percepción respecto a la equidad de género en los centros laborales.
El IMCO menciona que, pese a que los hombres no perciben estos problemas en los entornos laborales, pues varios de ellos solo afectan a las mujeres al tener un sesgo asociado al género, "reconocer las diferencias en las experiencias laborales entre hombres y mujeres es esencial para promover un entorno más equitativo".
"Para lograr una cultura más inclusiva y promover una mayor participación de mujeres es necesario transformar los entornos laborales para atraer y retener el talento, así como promover su satisfacción y bienestar", menciona la organización en su informe "Realidad en el trabajo. Resultados de la encuesta 2024".
El sondeo realizado por el IMCO revela que el 79 por ciento de los encuestados estaría dispuesto a participar en iniciativas de diversidad e inclusión organizadas por su empresa.
Terreno desigual
De acuerdo con el sondeo del IMCO y Kiik, las mujeres con hijos son las más afectadas por la falta de perspectiva de género en los centros laborales.
Esta encuesta reveló que alrededor del 33 por ciento de las mujeres considera que sus sueldos no se equiparan a los de sus pares masculinos, mientras que el 57 por ciento de los hombres considera lo contrario.
No obstante, trabajadoras como Alicia, quien tiene poco más de una década trabajando, aseguran haber ganado menos dinero en el mismo puesto de trabajo que un hombre.
"En mi tercer trabajo, cuando ya tenía alrededor de cinco años trabajando y había adquirido cierta experiencia, me di cuenta, por una indiscreción de un compañero de trabajo, quien se puso a preguntar los sueldos de todos, que de todos los contadores del departamento, yo era la única mujer que laboraba ahí, y ellos ganaban mil pesos más que yo.
Uno de ellos, incluso, ni siquiera contaba con licenciatura y a mí me obligaban a corregir su trabajo, porque constantemente cometía equivocaciones; sin embargo, ganaba más dinero que yo.
"Cuando metí la reclamación a recursos humanos y hablé con nuestro jefe directo, me dijeron que me harían el ajuste, pero que no reclamara que se trataba de un tema de género, cuando seguro era una equivocación, pero personas que entraron a la empresa después de mí ganaban más que yo, y la única diferencia conmigo es que se trataban de hombres", relata Alicia.
Sin embargo, el 37 por ciento de los hombres encuestados dijo que no se involucraría en este tipo de actividades, pues las políticas de inclusión no son relevantes para ellos.
Por otra parte, las mujeres muestran una mayor apertura para participar en este tipo de políticas en todos los niveles jerárquicos, excepto en la alta dirección.
De acuerdo con la OIT, la baja participación de las mujeres en el mundo laboral continúa siendo un problema a nivel mundial, pues el índice actual de participación de las mujeres en la población activa en el mundo se aproxima al 49 por ciento, mientras que el de los hombres es del 75 por ciento. En algunas regiones, esta disparidad llega a superar el 50 por ciento.
Un sondeo realizado por la OIT, en conjunto con la consultora Gallup, reveló que, al cuestionar a las mujeres sobre si preferían un trabajo remunerado, ejercer labores de cuidado o ambas cosas a la vez, el 70 por ciento de ellas dijo que prefería trabajar fuera del hogar y recibir un pago por ello.
"En países de todos los niveles de desarrollo económico, la preferencia personal de la mujer es un factor clave para determinar si buscará y ejercerá un trabajo remunerado. Esta preferencia está influida por las restricciones socioeconómicas y la presión para adaptarse a los roles tradicionales en función del sexo", asegura la OIT.
Encontrar trabajo es mucho más difícil para las mujeres que para los hombres en todo el mundo.
Cuando las mujeres logran colocarse en el mundo laboral, lo hacen en puestos de baja categoría y en condiciones de vulnerabilidad.
Las mujeres con hijos son las más afectadas por la falta de perspectiva de género en los centros laborales.
Para lograr una cultura más inclusiva y promover una mayor participación de mujeres, es necesario transformar los entornos laborales para atraer y retener el talento, así como promover su satisfacción y bienestar.
El IMCO menciona que, pese a que los hombres no perciben estos problemas en los entornos laborales, pues varios de ellos solo afectan a las mujeres al tener un sesgo asociado al género, "reconocer las diferencias en las experiencias laborales entre hombres y mujeres es esencial para promover un entorno más equitativo".
"Para lograr una cultura más inclusiva y promover una mayor participación de mujeres, es necesario transformar los entornos laborales para atraer y retener el talento, así como promover su satisfacción y bienestar", menciona la organización en su informe "Realidad en el trabajo. Resultados de la encuesta 2024".
El sondeo realizado por el IMCO revela que el 79 por ciento de los encuestados estaría dispuesto a participar en iniciativas de diversidad e inclusión organizadas por su empresa.