Capital Político // Buscan PRI y PRD generar su efecto fosfo


Resumen:

¿Alito y compañía están dispuestos a esperar 10 años para que las nuevas generaciones olviden sus tropelías?

Transcripción:

¿Alito y compañía están dispuestos a esperar 10 años para que las nuevas generaciones olviden sus tropelías?

Luego de ser borrados del panorama político en las pasadas elecciones, PRI y PRD proponen eliminar nombres, siglas y colores de sus respectivos partidos, a fin de convertirse en opciones atractivas para los ciudadanos.

El primero que planteó a su militancia dejar atrás casi cien años de vida como tricolor fue Alejandro Alito Moreno, quien termina su ciclo como presidente… pero si cambia nombre, lema y colores, igual se queda.

Le siguieron Jesús Zambrano y la famélica Nueva Izquierda; el sonorense de plano propuso enterrar al PRD, en espera de que milagrosamente renazca después.

De los perredistas no sorprende, pues su muerte ha sido lenta y dolorosa. No aprendieron de las derrotas, e incluso en 2018 –cuando los barrió Morena– hablaron de una refundación. Hasta empezó a sonar Futuro 21, que surgiría como una supuesta opción ciudadana.

Pero el ánimo les duró poco: Zambrano y su clan se agandallaron los puestos importantes del partido, repartiéndose las candidaturas. No les importó que con ello estuvieran dándole la estocada final al sol azteca.

Lo del PRI se ve bien complicado, pues aunque también camina hacia la extinción, su historia revolucionaria pasa por un sinfín de figuras y expresidentes, que con todo y todo le dieron vida institucional al país.

La apuesta de Alito suena como un salto al vacío, porque no se trata de un partido cualquiera, sino del que durante años fue el más poderoso en América Latina, y seguramente a más de uno le pesaría enterrar sus despojos.

Tanto el PRI como el sol azteca quieren seguir los pasos de Movimiento Ciudadano, que antes fue Convergencia, y que en sus filas tiene a verdaderos pillos, como su fundador, Dante Delgado, exgobernador priista de Veracruz, que pisó la cárcel acusado de corrupción.

Pero con todo y todo, Dante fue lo suficientemente inteligente para desviar los reflectores y dejar que surgieran nuevos rostros que vendieran su falsa propuesta, y que la gente la comprara como causas ciudadanas.

El cambio le llevó tiempo y se valió de políticos serios e inteligentes como el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, mezclándolos con influencers como el regio Samuel García, y títeres como el zacatecano Jorge Álvarez Máynez.

Los naranjas pusieron de moda los tenis fosfo y algunas canciones pegajosas para atraer a los jóvenes; eso les bastó no sólo para mantener su registro, sino para crecer.

Aquí la pregunta es si Alito y compañía están dispuestos a esperar 10 años para que las nuevas generaciones olviden sus tropelías, y empiecen a crecer como nueva opción. ¿Si no es PRI, cómo se llamaría? ¿Movimiento Tricolor, acaso? ¿El PRD sería la Ola Amarilla?

Y, por cierto, el PAN también piensa abrirse a la sociedad, quizás a través de la Marea Rosa. Hay que recordar que la combinación azul y rosa da morado o violeta, según la cantidad de color que se le ponga.

¿Nacería entonces el Movimiento Morado en el PAN? Igual y son colores eclesiásticos, ¿no?

CENTAVITOS…

Dicen que quien ya se relame los bigotes es Antonio Pérez Garibay, para más señas papá de Checo Pérez, pues su futura nuera, la morenista Lourdes Paz, tomará en octubre posesión como alcaldesa en Iztacalco. ¿Y qué tiene de extraordinario eso para el papá del piloto mexicano? Pues que en Iztacalco está el Autódromo Hermanos Rodríguez, donde se pueden hacer jugosos negocios. Por lo pronto, Lourdes ya está corriendo las invitaciones para su boda con un hijo de don Antonio –medio hermano del Checo–, para este 29 de junio.