Transcripción:
Hasta 80% de los estados de la República mexicana han resultado afectados por los cortes en el suministro de energía en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), debido a la alta demanda de energía presentada durante los últimos días en diferentes regiones del país, explicó en conferencia Dafne Viramontes, directora del Colegio de Economistas de Aguascalientes.
Las entidades que han tenido mayor impacto son Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Querétaro, San Luis Potosí, Tlaxcala, Zacatecas, Nuevo León, Jalisco, Ciudad de México, Sonora, Chihuahua, Tamaulipas, Baja California, y Yucatán.
De acuerdo con la directiva, el SEN debe operar con un margen de reserva eléctrica de 6%, el cual ha disminuido gradualmente hasta 3%, lo que afecta no sólo la oferta de energía eléctrica en puntos estratégicos sino también la disponibilidad general de energía en el sistema.
Las regiones Occidente y Noreste registran los mayores niveles de consumo energético, para el día lunes, según el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), tuvieron una demanda pronosticada de 11,346 y 10,000 megawatts, respectivamente. A nivel nacional, el pronóstico máximo fue de 48,331 megawatts, que es muy similar a la que se presentó la semana pasada en su punto más álgido".
En este contexto, la región Occidente es la más afectada debido a su limitada capacidad de producción energética y la gran infraestructura industrial que consume grandes cantidades de energía, la cual tiene que ser importada de diversas regiones, principalmente del Norte y Noreste, "lo que nos lleva a pensar que si persisten estas afectaciones, podrían manifestarse principalmente en el Occidente".
Adicionalmente, las altas temperaturas están llevando a un aumento en el consumo de energía en ambas regiones, debido al uso de ventiladores y aire acondicionado.
Jalisco, Nayarit, Colima, Michoacán, Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes y una parte de San Luis Potosí conforman la región Occidente del SEN.
La región Noreste también puede resultar con grandes afectaciones debido a la demanda de energía, ya que suele experimentar altas temperaturas, como es el caso de Chihuahua y Coahuila; así como la presión que sufre el sistema eléctrico y la salida de un generador privado de energía, lo que genera una carga adicional.
El SEN agrupa en esta región a Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Hidalgo y el resto de San Luis Potosí,
Impacto en la economía
Especialistas han señalado la dificultad de estimar el impacto en términos monetarios de los apagones, ya que abarca desde una familia que pierde su comida en el refrigerador o se le descompone algún aparato, hasta grandes industrias que tienen que detener sus líneas de producción.
El Colegio de Economistas identificó tres sectores con mayor vulnerabilidad. El primero es el industrial por su operación continua las 24 horas de los siete días de la semana, cuyo corte energético puede paralizar todo el proceso productivo y resultar en pérdidas millonarias.
En el sector agrícola, la situación puede agravarse al necesitar energía eléctrica para el bombeo de pozos y el sistema de riego, mientras las empresas que dependen de sistemas de enfriamiento o ventilación, como las de preparación de alimentos y bebidas, pueden registrar mermas en productos por la falta de energía.
Factores de riesgo
Existen cuatro factores atribuibles a los cortes eléctricos, de acuerdo con el Colegio de Economistas; uno es el deterioro en la generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica desde el 2018 hasta la fecha.
"Si observamos el PIB trimestral vinculado a estos sectores desde 1994 hasta el 2018, notamos un crecimiento constante. Sin embargo, a partir del 2018 esta tendencia decreció", acotó Viramontes.
La baja infraestructura y las restricciones a la inversión privada limita la capacidad de generación eléctrica del país, mientras las olas de calor históricas aumentaron la demanda energética por el uso intensivo de aires acondicionados y ventiladores.
El tercero es la reducción en el uso eficiente de la energía desde la eliminación del horario de verano, que ha presionado más el sistema eléctrico al concentrar el uso de energía en las tardes en horas pico.
Finalmente, el nearshoring que trae consigo una creciente demanda energética para las empresas que llegan y el desarrollo económico que las acompaña.