Pepe Grillo


Resumen:

En el último minuto de este lunes concluye el sexenio del presidente López Obrador. Ya no pernoctará hoy en Palacio Nacional, el lugar que eligió para vivir.

Transcripción:

En el último minuto de este lunes concluye el sexenio del presidente López Obrador. Ya no pernoctará hoy en Palacio Nacional, el lugar que eligió para vivir.

Pronto comenzará su retiro en la finca de Palenque que heredó, según dijo, de sus padres, aunque al respecto hay otras versiones que pronto saldrán a relucir.

Lo real es que hoy hay fiesta de fin de sexenio en la mañanera, donde habrá música y rifas. Al mediodía compartirá los alimentos con algunos de los distinguidos invitados a la transmisión de poder y mañana entregará la banda presidencial a la doctora Sheinbaum. Ya se publican las evaluaciones sobre lo que deja de su sexenio. Ahí queda su obra.

Su vida como expresidente no será sencilla; lo del retiro bucólico tirado en una hamaca en su finca es una quimera.

"Estoy fuerte, estoy lista." Ya comenzaron a llegar a nuestro país los invitados especiales para la ceremonia de cambio de poderes. Ayer en la tarde arribaron, ambos por el AIFA, los presidentes de Cuba y Brasil, con los que la 4T tiene muchas afinidades.

Llegarán más a lo largo de este día. La doctora Sheinbaum dijo que está lista, que está fuerte para asumir el cargo. Tiene el respaldo de ser la política más votada en la historia del país y será, por si fuera poco, la primera presidenta con "a".

Sheinbaum es una mujer de avanzada, cuenta con una formación académica del más alto nivel, tiene experiencias exitosas en la administración pública, por lo que la expectativa compartida es que haga un buen gobierno. En 24 horas arranca su encuentro con la historia.

Acapulco, primera encomienda. La presidenta electa Claudia Sheinbaum ya tiene una encomienda ineludible para las siguientes horas después de su toma de posesión: acudir al rescate de Acapulco.

Es ineludible porque la paz social del estado de Guerrero está prendida de alfileres. Esos alfileres son los ingresos por turismo que se generan en el puerto. Acapulco tiene que estar listo para recibir visitantes en el periodo vacacional de fin de año. No hay de otra.

Quedó al descubierto de nueva cuenta la fragilidad estructural del puerto, que no tiene fuerza para resistir los embates de la naturaleza.

El municipio, que debe ser el primero en reaccionar, carece de recursos elementales. En las recientes inundaciones provocadas por John, no había ni siquiera lanchas para sacar a los damnificados. ¡En un lugar como Acapulco no había lanchas! Claro, las lanchas que sirven para esas tareas.

No hay un banco de alimentos, no hay dotación resguardada de agua potable, el grupo de protección civil es notoriamente insuficiente. Hay que rescatar otra vez al puerto y darle elementos para resistir los embates de la naturaleza, que no terminarán nunca.

Mil años de guerra. El gobierno de Benjamín Netanyahu no se acerca a la paz. Está ganando mil años más de guerra en el Medio Oriente.

Provocar daño a la sociedad civil es el atajo para la formación de nuevos combatientes que luchen por la desaparición de Israel.

El éxodo masivo que se registra hoy mismo entre mujeres y niños en el Líbano, que tratan de escapar de los bombardeos indiscriminados, se traducirá en el futuro próximo en nuevas y más contundentes amenazas para Israel y también para la Casa Blanca, que ha tenido en esta crisis un comportamiento pusilánime, por no decir francamente cómplice.

Netanyahu ya tiene apartado su lugar entre los criminales de guerra más despiadados de la historia. ¿Quién se sentará a su lado? pepegrillo@cronica.com.mx.