Transcripción:
Aunque todos sabían que fue la propia 4T la que movilizó al magisterio para fastidiar la marcha ciudadana en defensa de la democracia, y que los maestros liberarían el espacio para Claudia, no deja de sorprender el cinismo oficial.
Como por arte de magia, los maestros de la CNTE le bajaron a la intensidad a sus reclamos y decidieron replegar el plantón que desde hace semanas mantienen en el Zócalo, a fin de que Claudia Sheinbaum pueda cerrar hoy a gusto su campaña presidencial.
Pero no sólo eso, además del repliegue magisterial, el gobierno retiró las vallas que protegían Palacio Nacional y que habían sido puestas para evitar posibles daños a la casa del Presidente, por las manifestaciones feministas.
Y, como cereza del pastel, el jefe de Gobierno sustituto, Martí Batres, desistió de dividir la Plaza de la República en dos, como lo hizo en la marcha de la Marea Rosa, donde los opositores, Xóchitl Gálvez y Santiago Taboada, fueron oradores.
Aunque todos sabían que fue la propia 4T la que movilizó al magisterio para fastidiar la marcha ciudadana en defensa de la democracia, y que los maestros liberarían el espacio para Claudia, no deja de sorprender el cinismo oficial.
Incluyendo al Presidente, que mantuvo las vallas metálicas durante la Marcha Rosa ante el temor de que los ciudadanos vandalizaran su Palacio. Hoy las quita para el gran evento de cierre de su partido, pues confía más en los acarreados que su partido traerá de todo el país.
Por supuesto que la bandera mexicana ondeará en el mástil y que Palacio Nacional lucirá despejado, para mandar el mensaje de que sus puertas están abiertas —¡desde ya!— para su aún candidata, quien considera un mero trámite ganar la Presidencia de la República.
Seguro que, a pesar de las condiciones climáticas adversas, nadie se atreverá a decretar contingencia ambiental este día, pues habría críticas por la libre circulación de los vehículos usados para el acarreo y la exposición de los asistentes a la contaminación.
Nadie duda de que el Zócalo y sus alrededores lucirán hasta el tope y que las imágenes de esa masiva concentración circularán por todo el país para reafirmar la percepción de que Morena ganará no sólo la Presidencia, sino la Jefatura de Gobierno.
Eso podrá apantallar a los habitantes del interior, pero los capitalinos no se tragan los cuentos de que el pueblo se manifestó espontáneamente en favor del oficialismo.
La Marea Rosa llenó con puros habitantes de la CDMX; la 4T traerá acarreados de todos los estados. A Claudia ya le pusieron la mesa… a ver si no vuelve a regarla con arengas como ésa de “que siga la corrupción”.
Ah, y que por favor cuide su saludo con Clara Brugada, no vayan a decir de nuevo que no se quieren nadita y que sólo fingen para las fotos.
CENTAVITOS
Si Sandra Cuevas creía que ya había visto todo en la Cuauhtémoc, cuando se entere de que Raúl Ortega —a quien impuso como su relevo—, además de desconocerla, está recontratando a los que la exalcaldesa corrió antes de irse, se va a infartar. Y es que Ortega, calificado por Sandra como un expolicía corrupto, acaba de firmar a Diego Montoya Mayén como director de Recursos Materiales y Servicios Generales, cargo que tenía cuando lo corrieron por los atascones que se daba con los contratos para la compra de vasos, platos, comidas, desayunos, sillería, tarimas, sonido y cuanto se requiriera, a cambio de que los proveedores se pusieran la del Puebla. Cuevas lo echó en marzo del año pasado e, incluso, le abrió un proceso ante el Órgano Interno de Control de la Cuauhtémoc para inhabilitarlo; ahora, Raúl lo reincorpora sin que el contralor interno, Leonardo Rojas Nieto, haya dicho ni pío sobre el proceso abierto a Dieguito.