Cuenta Corriente // Tiempos de elecciones privadas


Resumen:

Tiempos de elecciones privadas

Transcripción:

Tiempos de elecciones privadas

Tres de los organismos cúpula que integran el Consejo Coordinador Empresarial, así como el propio CCE, entran en procesos de sucesión entre noviembre y diciembre, aunque los relevos se den entre enero y marzo. Interesante momento. Pues, aunque son organismos con una sólida capacidad institucional, los cambios en sus presidencias imprimen sellos personales.

El CCE deberá cambiar de presidente en marzo de 2025, cuando se cumpla el tercer año de gestión de Francisco Cervantes.

De acuerdo con la última reforma realizada a los estatutos (diciembre de 2021), no podría, formalmente, buscar la reelección; sin embargo, por acuerdo unánime de los siete organismos empresariales que tienen voto e integran su Comisión Ejecutiva, sí se podría extender el mandato del presidente en funciones. Tendría que justificarse ampliamente la razón del por qué y el para qué.

Se comenta que Cervantes tiene el apoyo del Consejo Mexicano de Negocios, que preside Rolando Vega Sáenz, aunque hay quienes dicen que no. En marzo, este consejo también tendrá relevo en la presidencia y vicepresidencias.

El CMN usualmente tiene un proceso de sucesión muy en silencio. Además, hay quienes ven en Laura Díez Barroso, empresaria y presidenta de GAP y Santander, el posible relevo, pues piensan que podría quitar el techo de cristal al organismo cúpula del sector empresarial.

También se habla de Jorge Santos, de Arca Continental, hoy vicepresidente del CMN, pero él también se perfila para ser el presidente de la influyente Caintra Nuevo León, organismo que preside Máximo Vedoya y que tiene relevo en puerta.

¿Quiénes pueden estar perfilándose en la sucesión del CCE? El proceso de sucesión en el Consejo Nacional Agropecuario, que preside Juan Cortina, está en la recta final.

El único inscrito en el proceso de elección que concluyó en septiembre fue Jorge Esteve Recolons, vicepresidente de Financiamiento del CNA y también vicepresidente del CMN.

En noviembre deberá asumir la presidencia y, evidentemente, será un voto decisivo para el CCE. Si la alternativa se inclina por Juan Cortina, no dudaría en respaldarlo.

Otros que están en la línea de sucesión son la Asociación de Bancos de México, que preside Julio Carranza, un personaje de perfil cuidadoso, pero con gran respeto del círculo gubernamental financiero y no financiero, por su capacidad de interlocución y gestión. En la ABM, la elección se concreta en diciembre y el relevo en marzo. Apenas comenzará la auscultación de interesados y los últimos presidentes han provenido del Grupo, se comenta que en esta ocasión podría ser postulado un integrante del Grupo C o del Grupo D.

En la ABM se tendrá que definir al próximo presidente en el proceso de elección, que tocará abrir a la nueva directora ejecutiva, Regina García-Cuéllar, el toque de género que logró la ABM después de intentar de todo (hoy solo tenemos una banquera en el país: es la directora general de Multiva, Tamara Caballero Velasco). Por último, está la Coparmex. José Medina Mora es un personaje empresarial respetado entre el sector privado.

Aspira a ser presidente del CCE, pero auscultará sus apoyos, y los que votan, como Concanaco-Servytur que preside Octavio de la Torre; AMIB, que preside Álvaro García; y Concamin, cuyo presidente es Alejandro Malagón, seguramente esperarán hasta conocer quién puede representar mejor al sector privado para los primeros tres años de gestión de la presidenta Claudia Sheinbaum.

Mire, normalmente, cuando va llegando un nuevo gobierno, se produce un cambio en la cúpula del sector privado porque se piensa que cuanto más pronto ocurran los ajustes, mejor puede ser la interlocución con la administración entrante.

DE FONDOS A FONDO #Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa, emite deuda por 1.1 billones de dólares en el mercado privado internacional.

¿Se preguntará por qué, si apenas tiene un par de años de haber dejado el Chapter 11, se endeuda? Coloca 500 millones de dólares a 8.25 con vencimiento en 2029 y 610 millones de dólares con pago de principal en 2031, a una tasa de 8.625%, para pagar el bono emitido tras la reestructuración con vencimiento en 2027 por 663 millones (había realizado un pequeño prepago), y con el resto aumentará su caja (trae cerca de 500 millones de dólares al cierre de septiembre y espera pagar un pequeño dividendo).
Alicia Salgado