Periscopio // Anudó el INE su propia soga


Resumen:

Los consejeros cargarán con la culpa y el descrédito, aunque su presidenta Guadalupe Taddei podría ver recompensada su militancia

Empiezan los consejeros del INE a sentir el apretón de la soga que el pasado 23 de agosto ayudaron a forjar para que Morena y sus aliados del PVEM y del PT ajusticien a las instituciones incómodas al proyecto del tlatoani ficticiamente retirado en Palenque.

Transcripción:

Los consejeros cargarán con la culpa y el descrédito, aunque su presidenta Guadalupe Taddei podría ver recompensada su militancia

Empiezan los consejeros del INE a sentir el apretón de la soga que el pasado 23 de agosto ayudaron a forjar para que Morena y sus aliados del PVEM y del PT ajusticien a las instituciones incómodas al proyecto del tlatoani ficticiamente retirado en Palenque.

Su presidenta Guadalupe Taddei, y los consejeros Norma de la Cruz, Rita Bell López, Carla Humphrey, Arturo Castillo, Jorge Montaño y Uuc-kib Espadas, aprobaron a la cuatroté una sobrerrepresentación en el Congreso de la Unión no ganada en las urnas, entregándole la facultad de hacer y deshacer la Constitución al antojo de su patrón.

Lo hicieron a cambio del espejismo de que la iniciativa para desaparecer el INE no se presentaría sino hasta 2027, lo que daba a los consejeros un trienio para seguir cobrando del erario. Pero en el pecado llevaron la penitencia, pues el titiritero del régimen ordenó a sus legisladores aprobar la Reforma Judicial, y a su movimiento defenderla con uñas, dientes y muchas triquiñuelas.

Reforma que hizo ver a los consejeros del INE que su servilismo es insuficiente para librar su ejecución pública, toda vez que tras ayudar a anudar la cuerda para ahorcar a los ministros incómodos de la Corte y al Poder Judicial, se percatan de que esa misma soga será usada contra ellos.

Primero, porque ni siquiera tienen un plan para organizar la elección de nueve ministros de la Suprema Corte, 861 jueces federales, cinco magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial (que sustituirá al Consejo de la Judicatura Federal), tres magistrados del TEPJF y 15 de sus cinco salas regionales. Segundo, porque su proyecto de presupuesto de $13 mil 205 millones que solicitan para esa elección, el primer domingo de junio de 2025, fue rechazado por la presidenta Sheinbaum y los legisladores de la cuatroté.

“No debe costar tanto la elección, no le puede costar tanto la democracia al pueblo de México y hay manera de reducir los costos”, sentenció la PresidentA.

“Se nos hace excesivo haciendo una comparación con el proceso electoral que tuvimos en 2024…, no es apropiada la cantidad del INE”, apuntó por su parte Merilyn Gómez Pozos, la diputada morenista que preside la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública.

Si acaso, le aprobarán al INE la mitad de lo solicitado, y tampoco hay que ser adivino para anticipar que la organización de la elección judicial será un proceso enturbiado y un fiasco total.

Por supuesto, los consejeros cargarán con la culpa y el descrédito, aunque su presidenta Guadalupe Taddei podría ver recompensada su militancia de la misma forma que la reelecta titular de la CNDH, Rosario Piedra; sobre todo cuando el INE sea demolido y sobre sus ruinas erijan el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, controlado por el gobierno.

Para los otros aplica la frase acuñada por Winston Churchill: “Quien se humilla para evitar la guerra se queda con la humillación y también con la guerra”.

Su servilismo fue insuficiente para evitar su ejecución pública