Resumen:
Cuando fue jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum acostumbraba reunirse en privado, algunos domingos, con un grupo de mujeres que, en la 4T, era conocido como la cofradía de las alegres comadres.
Transcripción:
Cuando fue jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum acostumbraba reunirse en privado, algunos domingos, con un grupo de mujeres que, en la 4T, era conocido como la cofradía de las alegres comadres.
Si bien las reuniones no eran cada semana, sí se realizaban periódicamente y eran para grillar y buscar la forma de empoderarse, para competir por el relevo presidencial de 2024. Aunque nunca le pidieron permiso, Andrés Manuel López Obrador estaba al tanto del tema.
Entre las que acudían cotidianamente a la convocatoria de Sheinbaum estaban Ernestina Godoy, fiscal de Justicia de la CDMX; Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobierno, y Alicia Bárcena, actual canciller.
A veces hacía acto de presencia Beatriz Gutiérrez, esposa del Presidente. Eran reuniones ligeras, regularmente en la casa de una mujer que será funcionaria muy cercana a la Presidenta, a partir de octubre.
La jefa de Gobierno procuraba estar disponible los domingos para echar chal, como dicen los regios. No solamente futureaban, sino que también analizaban los movimientos internos de los grupos de Morena.
En Palacio Nacional no veían mal el tema, pues al dueño de la banda presidencial le interesaba que las mujeres se posesionaran, ya que en realidad quería que en 2024 México tuviera su primera Presidenta de la República, lo cual finalmente logró.
Eso explica algunos nombramientos del próximo gabinete, como el de Godoy, que encabezará la Consejería Jurídica de la Presidencia, y el de Rosa Icela, futura inquilina del Palacio de Cobián, donde se ubica la Secretaría de Gobernación.
Y, claro, también se entiende por qué Bárcena, a quien la gente identifica más en tareas diplomáticas, será la secretaria de Medio Ambiente, tema que no desconoce, pues tiene varias especialidades en la materia.
Mucho se ha dicho que, al menos Ernestina y Rosa Icela, son piezas que López Obrador dejará incrustadas en el gobierno debido a su cercanía. Pero ambas juegan un papel dual, en el que son gente de confianza tanto de Claudia como del de Macuspana.
Los que conocen la historia del grupo al que llaman las alegres comadres de la 4T, dicen que esas mujeres trabajaron muchos años para arribar al poder presidencial y que, ahora que lo consiguieron, lo harán como muéganos.
La jugada fue perfectamente leída por varios políticos, sobre todo de los partidos que se aliaron con Morena, pues entendieron que la cofradía de Claudia tenía códigos, que no romperían fácilmente.
Uno de ellos fue el chiapaneco Manuel Velasco, quien daba por hecho que la Secretaría de Medio Ambiente le pertenecía al Partido Verde Ecologista de México, cargo que los fundadores del tucán siempre han anhelado.
Por eso, días antes de que Sheinbaum anunciara la primera parte de su gabinete, en el que designaría a Bárcena para hacerse cargo de todo lo relacionado con el tema ambiental en el próximo gobierno, Velasco se descartó para esa secretaría.
En entrevista, el también esposo de la cantante Anahí dijo que continuaría su carrera en el Senado de la República, donde, en junio pasado, ganó su reelección por seis años más. Le había quedado claro que Claudia no le daría el hueso.
CENTAVITOS
Y hablando del futuro gabinete, parece que algunos nombramientos siguen atorados y los jalones por Cultura, Turismo y Trabajo ocasionaron que los titulares se den a conocer hasta la próxima semana…
AVISO: es verano y esta columna dejará de aparecer a partir del próximo lunes para regresar el lunes 29 de julio.