Frentes Políticos
Resumen:
1. El hombre de la seguridad. Omar García Harfuch es una figura polarizante; su nombramiento como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana no es ninguna sorpresa, pero sí una jugada de altos vuelos. Con una historia que va sumando resultados, Harfuch promete trabajar con todas las fuerzas de seguridad de las entidades para pacificar el país. Su lealtad a Claudia Sheinbaum está fuera de duda, pero ¿podrá lidiar con la corrupción interna y la violencia? Lo hizo en la CDMX. Su misión es clara: fortalecer la Guardia Nacional y mantener la estabilidad. Con funcionarios como él no hay probabilidad de fracaso.
Transcripción:
1. El hombre de la seguridad. Omar García Harfuch es una figura polarizante; su nombramiento como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana no es ninguna sorpresa, pero sí una jugada de altos vuelos. Con una historia que va sumando resultados, Harfuch promete trabajar con todas las fuerzas de seguridad de las entidades para pacificar el país. Su lealtad a Claudia Sheinbaum está fuera de duda, pero ¿podrá lidiar con la corrupción interna y la violencia? Lo hizo en la CDMX. Su misión es clara: fortalecer la Guardia Nacional y mantener la estabilidad. Con funcionarios como él no hay probabilidad de fracaso.
2. Bienvenida a bordo. Designada como la próxima secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez enfrentará un torbellino de intereses políticos y desafíos estructurales. Prometió diálogo y coordinación. Su historial en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana deja entrever que tiene la capacidad, pero también los enemigos. Con el pulso del poder en la mano, Rosa Icela deberá demostrar que puede nadar entre tiburones sin perder la brújula moral. Con Claudia Sheinbaum, futura presidenta, mirando de cerca, el tiempo dirá si los resultados continúan como en este sexenio, en seguridad. La gobernabilidad está a salvo.
3. Merecimiento. Si alguien ha trabajado durante la última década para posicionar a Morena, y es prácticamente el gestor de cada triunfo, es Mario Delgado. Llegará a la SEP con grandes promesas y una carga pesada. Becas universales, gratuidad en universidades públicas y la integración de sistemas de bachillerato, que se ve difícil, pero él tendrá la oportunidad de comprobar si hay viabilidad. Con un sistema educativo al borde del colapso, Delgado deberá emplearse a fondo. Claudia Sheinbaum le ha confiado la formación del futuro de México; Delgado no puede fallar. Con buena educación, todos ganan
4. La continuidad tiene nombre. Ariadna Montiel se queda en la Secretaría de Bienestar. El ataque a la pobreza es necesario para avanzar en todos los rubros, y Montiel promete más de lo mismo, pero mejor. Asegura que los programas de Bienestar seguirán y se fortalecerán, pero la verdadera pregunta es: ¿cómo mediremos el éxito? Los números de pobreza pueden maquillarse, pero las realidades sociales no. Ariadna deberá demostrar que, más que promesas, las políticas realmente sí transforman vidas. Hablar es fácil, actuar es otra historia, pero ella tiene con qué.
5. Ruptura total. La CTM se despide del PRI, como quien abandona un barco hundido. Juan Carlos Velasco Pérez, secretario de Acción Política cetemista, acusa a Alejandro Moreno de convertir al partido en una “camarilla”. Ya no es el PRI de conquistas históricas, como el Seguro Social o el Infonavit. Hoy, dice Velasco, el PRI es un club de perdedores encabezado por un líder que no gana ni en su casilla. Mientras la CTM lidera a millones de trabajadores, el PRI apenas se mantiene en pie, con 11% de la votación y un puñado de diputados. Más de 250 militantes piden la renuncia de Alito Moreno. Él aspira a quedarse ocho años, ¡vaya desfachatez!
2. Bienvenida a bordo. Designada como la próxima secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez enfrentará un torbellino de intereses políticos y desafíos estructurales. Prometió diálogo y coordinación. Su historial en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana deja entrever que tiene la capacidad, pero también los enemigos. Con el pulso del poder en la mano, Rosa Icela deberá demostrar que puede nadar entre tiburones sin perder la brújula moral. Con Claudia Sheinbaum, futura presidenta, mirando de cerca, el tiempo dirá si los resultados continúan como en este sexenio, en seguridad. La gobernabilidad está a salvo.
3. Merecimiento. Si alguien ha trabajado durante la última década para posicionar a Morena, y es prácticamente el gestor de cada triunfo, es Mario Delgado. Llegará a la SEP con grandes promesas y una carga pesada. Becas universales, gratuidad en universidades públicas y la integración de sistemas de bachillerato, que se ve difícil, pero él tendrá la oportunidad de comprobar si hay viabilidad. Con un sistema educativo al borde del colapso, Delgado deberá emplearse a fondo. Claudia Sheinbaum le ha confiado la formación del futuro de México; Delgado no puede fallar. Con buena educación, todos ganan
4. La continuidad tiene nombre. Ariadna Montiel se queda en la Secretaría de Bienestar. El ataque a la pobreza es necesario para avanzar en todos los rubros, y Montiel promete más de lo mismo, pero mejor. Asegura que los programas de Bienestar seguirán y se fortalecerán, pero la verdadera pregunta es: ¿cómo mediremos el éxito? Los números de pobreza pueden maquillarse, pero las realidades sociales no. Ariadna deberá demostrar que, más que promesas, las políticas realmente sí transforman vidas. Hablar es fácil, actuar es otra historia, pero ella tiene con qué.
5. Ruptura total. La CTM se despide del PRI, como quien abandona un barco hundido. Juan Carlos Velasco Pérez, secretario de Acción Política cetemista, acusa a Alejandro Moreno de convertir al partido en una “camarilla”. Ya no es el PRI de conquistas históricas, como el Seguro Social o el Infonavit. Hoy, dice Velasco, el PRI es un club de perdedores encabezado por un líder que no gana ni en su casilla. Mientras la CTM lidera a millones de trabajadores, el PRI apenas se mantiene en pie, con 11% de la votación y un puñado de diputados. Más de 250 militantes piden la renuncia de Alito Moreno. Él aspira a quedarse ocho años, ¡vaya desfachatez!