Por las vacantes del Tribunal Electoral, la batalla judicial de CDMX se podría resolver entre Monreal y Jorge Romero


Resumen:

Como anticipó LPO, tanto el oficialismo de la CDMX como la oposición que encabeza Santiago Taboada creen que las elecciones locales del 2 de junio se podrían resolver en los tribunales ante un resultado demasiado apretado que no genere certidumbre. Ante este escenario, la dirigencia de Morena y el PAN pusieron los ojos en el Tribunal Electoral de la capital, donde únicamente existen dos magistrados y tres vacantes que podrían ser fundamentales en este escenario.

Transcripción:

Como anticipó LPO, tanto el oficialismo de la CDMX como la oposición que encabeza Santiago Taboada creen que las elecciones locales del 2 de junio se podrían resolver en los tribunales ante un resultado demasiado apretado que no genere certidumbre. Ante este escenario, la dirigencia de Morena y el PAN pusieron los ojos en el Tribunal Electoral de la capital, donde únicamente existen dos magistrados y tres vacantes que podrían ser fundamentales en este escenario.

En el bunker del PAN anticipan que las elecciones del 2 de junio en la CDMX serán cerradas, con una posible diferencia en favor del exalcalde de Benito Juárez de dos o tres puntos. Es por esto que, como relató LPO, le encomendó al exsenador y al consejero jurídico de la campaña, Roberto Gil Zuarht, comenzar a trabajar la posible estrategia judicial que se podría desplegar en la Justicia luego de los comicios. Por su parte, Morena no se quedó atrás y trabaja en su propio camino de la mano del exdiputado federal Juan Romero Tenorio, quien comanda el equipo judicial.

Morena teme que el PAN judicialice la elección en CDMX y prepara su estrategia judicial

Ante este escenario, tanto en el oficialismo como en la oposición son conscientes que la primera prueba judicial que podrían recibir las elecciones recaería en el Tribunal Electoral de la CDMX. Es por esto que lo primero que llamó la atención fue la actual conformación del organismo, que cuenta apenas con dos magistrados y tres vacantes. Hasta el momento, trabajan en el mismo el presidente, Armando Ambriz Hernández, y Juan Carlos Sánchez León, cercanos a Morena y el PAN, respectivamente. El problema son las vacantes porque, ante estos casos, el tercer voto recae en un secretario de estudio que es nombrado de manera mensual por los propios magistrados, lo que los vincula directamente a sus propias figuras.

Esto ocurre luego de tres salidas importantes. La primera, la de Gustavo Anzaldo Hernández, quien respondía al senador Ricardo Monreal. La segunda, en 2023, de Alejandra Chávez Camarena, mujer vinculada a las filas del PRI. Por último, la de Martha Mercado Ramírez, magistrada de la máxima confianza de la diputada federal panista Mariana Gómez del Campo, quien integra la mesa chica de la campaña panista de la CDMX. Ninguna de estas personalidades fue reemplazada porque el órgano encargado de llevar a cabo este proceso, el Senado federal, no avanzó con los trámites necesarios.

El PAN cree que la CDMX se podría definir en la justicia y le ordenó a Gil Zuarth preparar la batalla judicial

Es por esto que la posible decisión judicial sobre las elecciones podría recaer sobre dos pesos pesados del oficialismo y de la oposición. Por el partido guinda, en Ricardo Monreal, quien ostenta influencia sobre el presidente del organismo, Ambriz Hernández, y podría influir en la decisión final. Como adelantó LPO, la 4T espera revertir el reciente fallo del IECM que le prohíbe a una serie de figuras vincular a Santiago Taboada con la causa judicial conocida como Cartel Inmobiliario gracias a los vínculos del zacatecano. En la oposición, la influencia podría venir por parte del líder del PAN de la CDMX y actual diputado federal, Jorge Romero, quien podría llevar a cabo las mismas tareas, pero para favorecer al PAN.

"La decisión sería más política que jurídica", le reconoció a esta redacción una fuente que camina los pasillos judiciales de la capital nacional y quien consideró que, si la elección es demasiado cerrada, la decisión podría subir, primero, hasta la Sala Regional y, segundo, a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, donde las influencias y negociaciones podrían recaer en nuevas personalidades tanto oficialistas como opositoras para favorecer a sus propios candidatos.