Resumen:
Desde el pasado 3 de junio, al conocerse el arrollador triunfo de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y su partido, ha habido un marcado nerviosismo. Dos razones explican el fenómeno: la primera es que la falta de contrapesos institucionales no le agrada al mercado. La segunda es que es muy probable que la mayoría parlamentaria apruebe una serie de reformas que también inquietan. La más preocupante en este momento es la judicial.
Transcripción:
Desde el pasado 3 de junio, al conocerse el arrollador triunfo de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y su partido, ha habido un marcado nerviosismo. Dos razones explican el fenómeno: la primera es que la falta de contrapesos institucionales no le agrada al mercado. La segunda es que es muy probable que la mayoría parlamentaria apruebe una serie de reformas que también inquietan. La más preocupante en este momento es la judicial.
Desde el 3 de junio nuestra moneda ha resentido esto que expongo y su cotización ha estado por arriba de los 18 pesos por dólar, que —también lo he dicho—, no nos debe preocupar en lo más mínimo, sino al contrario: tener un tipo de cambio cercano a 19 pesos por dólar puede incluso ubicar a más sectores de la economía en una posición más competitiva.
Por eso, leer opiniones sobre intervenciones del Banco de México (Banxico) que no sirven o que muestran preocupación por un tipo de cambio que aún sigue 7 pesos por debajo de su máximo histórico, me parece absurdo.
Por otro lado, la semana pasada se anunció parte del próximo gabinete de gobierno. Yo diría que la gran mayoría tranquilizó a los mercados. Rodearse bien es indispensable y ese es el mensaje de momento. Expertos, competentes y conocedores en sus áreas es lo que se espera de un gabinete que, por cierto, esta semana se dará a conocer más ampliamente.
El Banco de México tendrá esta semana su decisión de política monetaria. Muy probablemente no hará nada y dejará la tasa de interés en 11 por ciento. Desde mi perspectiva, hay espacio para bajar 0.25 por ciento la tasa, pues ni el dólar ni la inflación están en una zona de preocupación y creo que existe margen para hacerlo, considerando que el diferencial con Estados Unidos sigue siendo enorme
El mayor beneficio de bajar la tasa de interés de referencia es que se pagará menos por el financiamiento de gobierno, empresas y personas. Los riesgos serán repuntes en la inflación y salida de inversión financiera que puede presionar unos centavos el tipo de cambio. En fin, parece que Banxico hará una pausa.
En la agenda internacional, Francia sigue siendo hoy la principal preocupación. La candidata de la extrema derecha se perfila como la siguiente presidenta del país europeo y la mayor fuerza política.
En Estados Unidos se conocerá el indicador favorito de la Reserva Federal: el PCE, que es un indicador de inflación en el consumo personal. También empieza la contienda electoral con el primer debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump.
Si el tipo de cambio baja sustancialmente, es decir hacia 17.50 pesos por dólar o menos, lo vería como coyuntural y sería, sin duda, una nueva oportunidad de compra.