Una consejera del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) ha vivido momentos de tensión y violencia en su hogar a raíz de su posición en la entidad, según informaciones de diversas fuentes. Al parecer, unos desconocidos habrían tratado de entrar por la fuerza en su casa y han dejado un mensaje intimidante en su puerta. Debido a la gravedad de los hechos, la consejera ha optado por interponer una denuncia ante las autoridades competentes.
Transcripción:
Una consejera del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) ha vivido momentos de tensión y violencia en su hogar a raíz de su posición en la entidad, según informaciones de diversas fuentes. Al parecer, unos desconocidos habrían tratado de entrar por la fuerza en su casa y han dejado un mensaje intimidante en su puerta. Debido a la gravedad de los hechos, la consejera ha optado por interponer una denuncia ante las autoridades competentes.
Las presuntas agresiones estarían relacionadas con las declaraciones de la consejera en días anteriores, donde se ha mostrado crítica con ciertos aspectos del proceso electoral local en la Ciudad de México. En concreto, habría alertado de posibles irregularidades en la asignación de espacios de propaganda electoral y en la implementación de medidas contra la violencia de género durante la contienda.
La situación de la consejera ha generado conmoción y preocupación en diversos ámbitos de la sociedad. Desde distintas organizaciones y figuras políticas se ha condenado rotundamente cualquier acto de intimidación, violencia o acoso hacia quienes desempeñan funciones públicas en el IECM. Además, se ha solicitado una revisión exhaustiva de los protocolos de seguridad para garantizar la protección de todos los trabajadores del instituto.
Estos hechos lamentables son una muestra de la vulnerabilidad que enfrentan ciertos miembros del IECM por su labor. Frente a ello, es necesario reforzar las medidas de protección y la defensa de los derechos fundamentales de los consejeros y consejeras. Solo así podremos garantizar que el proceso electoral se desarrolle en un clima de paz y democracia, libre de violencia e intimidación.