Resumen:
La crisis en la salud pública (desabasto de medicinas, hospitales sin equipamientos, salas de emergencia sin mucho de lo básico, citas médicas con meses de rezago en la mayoría de las especialidades) no es culpa de AMLO ni de la 4T. Párense en cualquier hospital y tardarán minutos en saber que lleva al menos dos gobiernos; empleados de la salud y pacientes lo corroborarán. Lo que sí es responsabilidad de la actual administración es haber dado un manazo al sistema de distribución de medicinas y, con ello, generar un caos.
Transcripción:
La crisis en la salud pública (desabasto de medicinas, hospitales sin equipamientos, salas de emergencia sin mucho de lo básico, citas médicas con meses de rezago en la mayoría de las especialidades) no es culpa de AMLO ni de la 4T. Párense en cualquier hospital y tardarán minutos en saber que lleva al menos dos gobiernos; empleados de la salud y pacientes lo corroborarán. Lo que sí es responsabilidad de la actual administración es haber dado un manazo al sistema de distribución de medicinas y, con ello, generar un caos.
La caía comenzó en 2012, cuando este rubro ocupó 2.8% de nuestro Producto Interno Bruto. Hoy estamos en 2.4 y... los países miembros de la OCDE gastan el 6.4% en promedio.
El sector salud enfrenta una falta de presupuesto para su funcionamiento óptimo. El Presupuesto de Egresos 2019 destinó ala Secretaría de Salud 123 mil millones de pesos, es decir, 3.2% menos que el año anterior.
En su comparecencia ante diputados, el Secretario de Salud, Jorge Alcocer, dijo que se ahorraron recursos por mil 32 millones de pesos, 22 por ciento más con relación al año anterior. Sin embargo, aseguró, la austeridad no ha afectado la prestación de servicios de salud ni ha provocado desabasto de medicamentos. No obstante, las quejas de la ciudadanía debido a que una cita de especialidad puede tardar hasta ocho meses o por la falta de medicinas siguen siendo una constante.
El gobierno federal presentó ayer el Plan Nacional de Salud, que tiene como objetivo central alcanzar el acceso universal a la salud de toda la población, un reto mayúsculo, pues de acuerdo con el Estudio Diagnóstico del Derecho ala Salud 2018 elaborado por el Coneval, 19.1 millones de mexicanos carecen de acceso a los servicios de salud.
El Plan Nacional de Salud contempla la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) que sustituirá al Seguro Popular. Harán un gran trabajo siles dan el dinero necesario. Bienvenido, aunque una pregunta le viene a la mente a muchos: ¿es preciso cerrar instituciones y abrir nuevas con más o menos las mismas funciones, o bastaría con limpiar de corrupción y hacer funcionar las que ya tenemos? ¿Y con qué dinero?
Junto con la presentación del plan se lanzó la convocatoria para hallar a los próximos “médicos del bienestar”, quienes trabajarán en las zonas más marginadas del país. De acuerdo con cifras del propio López Obrador, “hay 270 mil 600 médicos generales en el país y debemos tener, de acuerdo con la norma internacional, 393 mil 600 médicos, es decir, nos faltan 123 mil médicos”. Y ese es un dato optimista. De hecho, desde el ya creado, pero todavía no formalizado INSABI, se habla de unos 200 mil.
Para cubrir este déficit se requiere de miles de millones de pesos para crear un gran número de instituciones que permita la formación masiva de profesionales de la salud. De lograrse, no se vería reflejado este sexenio, pero si al menos se sientan las bases para llegar al objetivo, se habrá hecho bastante.