Activo empresarial // Desaceleración, sí; recesión, no: Hacienda; licencia permanente: Brugada y De Botton
Resumen:
Desaceleración, sí; recesión, no: Hacienda; licencia permanente: Brugada y De Botton
Transcripción:
Desaceleración, sí; recesión, no: Hacienda; licencia permanente: Brugada y De Botton
La buena noticia fue crecer al 1.5% anual. La mala noticia fue lo mismo, solo crecer al 1.5% anual.
Los analistas esperaban un menor crecimiento del 1.5% anual para el tercer trimestre. Si bien hasta hubo un pequeño rebote, no se puede evitar la desaceleración.
El año pasado, en 2023, la economía mexicana creció 3.2 por ciento. Este año no llegaremos ni a la mitad. Los pronósticos del mercado hablan de terminar 2024 en 1.5 por ciento.
DESACELERACIÓN A LA VISTA, SIN LUGAR A DUDAS. ¿Por qué tenemos una desaceleración en un año donde se gastó de más, donde el déficit público se elevó hasta el 6%? Bueno, en primer lugar, sabemos que hubo un gasto electoral, normal en el último año de sexenio. Además, el déficit también se explica por tratar de terminar las obras cumbre de la administración obradorista: el Tren Maya y Dos Bocas.
Y ninguna de las dos mostró gran derrama económica. El Tren Maya deberá madurar para ayudar a la región y Dos Bocas, tan solo terminó, volvió a hundir a Tabasco en los últimos lugares en generación de empleo.
Ayer, el subsecretario de Hacienda, Édgar Amador, en su presentación a medios, entró de lleno al debate con una aseveración: no habrá recesión.
Édgar Amador pone el dedo en la llaga: la economía mexicana debe evitar caer en una recesión. ¿Cómo? Buscando que el próximo Presupuesto, por presentarse el 15 de noviembre, traiga inversión pública, con mayores detonadores en otras ramas económicas y empleo. Pero también, desde luego, incentivando la inversión privada con mayor certeza. El 90% de la inversión en el país depende de la inversión privada y, sin ella, no se podrá crecer más alto.
Desde luego, el aumento al salario mínimo, las remesas y los programas sociales incentivan el consumo interno. Pero no es suficiente. El consumo debe completarse con los otros motores: la inversión pública y, sobre todo, la privada, y claro, con las exportaciones. Por ello es tan importante lo que suceda el 5 de noviembre en las elecciones de EU para poder mantener el motor de la exportación y la inversión y producir lo que se exporta. Sin incentivos para la inversión privada no podremos salir del atolladero de bajo crecimiento.
A BRUGADA Y SU EQUIPO LES RESULTA LA LICENCIA PERMANENTE. El Congreso de la Ciudad de México aprobó rápidamente el Código Fiscal para permitir la licencia de conducir permanente en la Ciudad de México.
Fue una idea de Clara Brugada, jefa de Gobierno, que puso en marcha Juan Pablo de Botton, secretario de Finanzas.
El Código Fiscal de la Ciudad de México ya tiene como figura la licencia de conducir permanente.
Algo importante: habrá un fideicomiso público, mediante el cual se recibirán los recursos y se utilizarán para infraestructura y cultura vial en la Ciudad de México.
La licencia permanente, desde luego, tendrá un costo.
Será de 1,500 pesos.
Pero SÍ era una necesidad de la generación joven que ya sabe manejar; desde luego, para el gobierno capitalino se crea un fondo con nuevos ingresos.
Esperemos que el fideicomiso ayude a tener una mejor cultura vial por parte de todos: conductores, peatones, ciclistas, porque todos creemos que tenemos la razón.
FIBRA 1 Y MITIKAH, VIENE FASE 2. Mitikah le resultó a Fibra 1. Le costó trabajo, entre obras de mitigación y construcción de una clínica popular. Pero ahora, con el 100% de ocupación de su torre, entre oficinas y vivienda, van por más. Y lo más seguro es que en la Fase 2 construyan vivienda con oficinas o hasta se animen por un hotel. Fibra 1, presidida por André El-Mann, piensa que no se han construido oficinas en la Ciudad de México y también lo están considerando. Por lo pronto, Mitikah, después de críticas y obras de mitigación, SÍ les resultó.
José Yuste
La buena noticia fue crecer al 1.5% anual. La mala noticia fue lo mismo, solo crecer al 1.5% anual.
Los analistas esperaban un menor crecimiento del 1.5% anual para el tercer trimestre. Si bien hasta hubo un pequeño rebote, no se puede evitar la desaceleración.
El año pasado, en 2023, la economía mexicana creció 3.2 por ciento. Este año no llegaremos ni a la mitad. Los pronósticos del mercado hablan de terminar 2024 en 1.5 por ciento.
DESACELERACIÓN A LA VISTA, SIN LUGAR A DUDAS. ¿Por qué tenemos una desaceleración en un año donde se gastó de más, donde el déficit público se elevó hasta el 6%? Bueno, en primer lugar, sabemos que hubo un gasto electoral, normal en el último año de sexenio. Además, el déficit también se explica por tratar de terminar las obras cumbre de la administración obradorista: el Tren Maya y Dos Bocas.
Y ninguna de las dos mostró gran derrama económica. El Tren Maya deberá madurar para ayudar a la región y Dos Bocas, tan solo terminó, volvió a hundir a Tabasco en los últimos lugares en generación de empleo.
Ayer, el subsecretario de Hacienda, Édgar Amador, en su presentación a medios, entró de lleno al debate con una aseveración: no habrá recesión.
Édgar Amador pone el dedo en la llaga: la economía mexicana debe evitar caer en una recesión. ¿Cómo? Buscando que el próximo Presupuesto, por presentarse el 15 de noviembre, traiga inversión pública, con mayores detonadores en otras ramas económicas y empleo. Pero también, desde luego, incentivando la inversión privada con mayor certeza. El 90% de la inversión en el país depende de la inversión privada y, sin ella, no se podrá crecer más alto.
Desde luego, el aumento al salario mínimo, las remesas y los programas sociales incentivan el consumo interno. Pero no es suficiente. El consumo debe completarse con los otros motores: la inversión pública y, sobre todo, la privada, y claro, con las exportaciones. Por ello es tan importante lo que suceda el 5 de noviembre en las elecciones de EU para poder mantener el motor de la exportación y la inversión y producir lo que se exporta. Sin incentivos para la inversión privada no podremos salir del atolladero de bajo crecimiento.
A BRUGADA Y SU EQUIPO LES RESULTA LA LICENCIA PERMANENTE. El Congreso de la Ciudad de México aprobó rápidamente el Código Fiscal para permitir la licencia de conducir permanente en la Ciudad de México.
Fue una idea de Clara Brugada, jefa de Gobierno, que puso en marcha Juan Pablo de Botton, secretario de Finanzas.
El Código Fiscal de la Ciudad de México ya tiene como figura la licencia de conducir permanente.
Algo importante: habrá un fideicomiso público, mediante el cual se recibirán los recursos y se utilizarán para infraestructura y cultura vial en la Ciudad de México.
La licencia permanente, desde luego, tendrá un costo.
Será de 1,500 pesos.
Pero SÍ era una necesidad de la generación joven que ya sabe manejar; desde luego, para el gobierno capitalino se crea un fondo con nuevos ingresos.
Esperemos que el fideicomiso ayude a tener una mejor cultura vial por parte de todos: conductores, peatones, ciclistas, porque todos creemos que tenemos la razón.
FIBRA 1 Y MITIKAH, VIENE FASE 2. Mitikah le resultó a Fibra 1. Le costó trabajo, entre obras de mitigación y construcción de una clínica popular. Pero ahora, con el 100% de ocupación de su torre, entre oficinas y vivienda, van por más. Y lo más seguro es que en la Fase 2 construyan vivienda con oficinas o hasta se animen por un hotel. Fibra 1, presidida por André El-Mann, piensa que no se han construido oficinas en la Ciudad de México y también lo están considerando. Por lo pronto, Mitikah, después de críticas y obras de mitigación, SÍ les resultó.
José Yuste