Frentes Políticos
Resumen:
1. Sorpresa. Alejandro Alito Moreno se apunta para liderar el PRI hasta 2028. Sin impedimentos legales —porque en la política mexicana todo se puede—, arremete contra sus críticos tildándolos de cínicos y lacayos. De Layda Sansores y sus excesivas acusaciones, todas el año pasado, ni se acuerda. Este movimiento asegura su control por una década, rompiendo récords en la historia del PRI. Lorena Piñón, fiel aliada, también se suma a la contienda. Mientras tanto, los expresidentes del PRI deben estar mordiéndose las uñas. Veremos si los priistas aguantan esta “dictadura” interna o si finalmente se rebelan en 5, 4, 3, 2…
Transcripción:
1. Sorpresa. Alejandro Alito Moreno se apunta para liderar el PRI hasta 2028. Sin impedimentos legales —porque en la política mexicana todo se puede—, arremete contra sus críticos tildándolos de cínicos y lacayos. De Layda Sansores y sus excesivas acusaciones, todas el año pasado, ni se acuerda. Este movimiento asegura su control por una década, rompiendo récords en la historia del PRI. Lorena Piñón, fiel aliada, también se suma a la contienda. Mientras tanto, los expresidentes del PRI deben estar mordiéndose las uñas. Veremos si los priistas aguantan esta “dictadura” interna o si finalmente se rebelan en 5, 4, 3, 2…
2. Mitin. Claudia Sheinbaum, futura Presidenta de México, planea celebrar su toma de protesta con un mitin en el Zócalo capitalino. En la Plaza de la Constitución recibirá la banda presidencial y a mandatarios extranjeros, quienes la visitarán en Palacio Nacional, siguiendo los pasos de su mentor, Andrés Manuel López Obrador. Incluso, considera mudarse a Palacio con su esposo, Jesús María Tarriba. Al mismo tiempo, trabaja en el Plan Nacional de Desarrollo y otros programas clave. Su reto: mantener el entusiasmo del mitin en resultados concretos para los próximos seis años. Con el equipo que la rodea, la meta no se ve lejana.
3. Flexibilidad. El Senado de la República se ha convertido en un escenario de chapulines liderado por Morena. Alejandra León, destacada por su triple salto mortal entre bancadas, es el símbolo de la falta de lealtad partidista. De Morena al PT, luego a legisladora independiente, de ahí a Movimiento Ciudadano y de vuelta a Regeneración Nacional. Todo un récord en la política mexicana. La pregunta es: ¿servirán de algo estos cambios de camiseta o sólo buscan mantenerse a flote en la marea política? A estas alturas de la sana democracia mexicana, la ética política sigue siendo un mito en este país. ¿Sirve de algo tanto brinco?
4. Estatutos a revisión. Mario Delgado, líder de Morena, anunció que la nueva dirigencia del partido se elegirá mediante un Congreso Nacional. Revisión exhaustiva de estatutos y una asamblea a finales de septiembre serán los pasos para un proceso “transparente y democrático”. En medio de la reunión con Claudia Sheinbaum, virtual Presidenta electa, enfatizó la necesidad de una dirigencia fuerte que continúe con la organización y crecimiento del movimiento. En busca del método que Morena necesita para consolidar su poder y, si alguien sabe de cómo se mueve el pulso de la política, ése es el señor Mario Delgado. Por algo está ahí.
5. Contaminación. El río Tula, infierno ambiental según la Semarnat, recibe los desechos de la Ciudad de México y enfrenta una crisis de contaminación. Julio Menchaca, gobernador de Hidalgo, enfrenta un desafío monumental. Mientras el drenaje profundo de la capital vierte aguas negras en el Valle del Mezquital, la planta de tratamiento de Atotonilco sólo puede manejar una fracción del flujo. La situación empeora con las lluvias, convirtiendo el río en un torrente pestilente que contamina el aire y el agua. Menchaca deberá actuar rápidamente si no quiere que su gestión se ahogue en un mar de críticas y desechos. Y no necesita más pestilencia.
2. Mitin. Claudia Sheinbaum, futura Presidenta de México, planea celebrar su toma de protesta con un mitin en el Zócalo capitalino. En la Plaza de la Constitución recibirá la banda presidencial y a mandatarios extranjeros, quienes la visitarán en Palacio Nacional, siguiendo los pasos de su mentor, Andrés Manuel López Obrador. Incluso, considera mudarse a Palacio con su esposo, Jesús María Tarriba. Al mismo tiempo, trabaja en el Plan Nacional de Desarrollo y otros programas clave. Su reto: mantener el entusiasmo del mitin en resultados concretos para los próximos seis años. Con el equipo que la rodea, la meta no se ve lejana.
3. Flexibilidad. El Senado de la República se ha convertido en un escenario de chapulines liderado por Morena. Alejandra León, destacada por su triple salto mortal entre bancadas, es el símbolo de la falta de lealtad partidista. De Morena al PT, luego a legisladora independiente, de ahí a Movimiento Ciudadano y de vuelta a Regeneración Nacional. Todo un récord en la política mexicana. La pregunta es: ¿servirán de algo estos cambios de camiseta o sólo buscan mantenerse a flote en la marea política? A estas alturas de la sana democracia mexicana, la ética política sigue siendo un mito en este país. ¿Sirve de algo tanto brinco?
4. Estatutos a revisión. Mario Delgado, líder de Morena, anunció que la nueva dirigencia del partido se elegirá mediante un Congreso Nacional. Revisión exhaustiva de estatutos y una asamblea a finales de septiembre serán los pasos para un proceso “transparente y democrático”. En medio de la reunión con Claudia Sheinbaum, virtual Presidenta electa, enfatizó la necesidad de una dirigencia fuerte que continúe con la organización y crecimiento del movimiento. En busca del método que Morena necesita para consolidar su poder y, si alguien sabe de cómo se mueve el pulso de la política, ése es el señor Mario Delgado. Por algo está ahí.
5. Contaminación. El río Tula, infierno ambiental según la Semarnat, recibe los desechos de la Ciudad de México y enfrenta una crisis de contaminación. Julio Menchaca, gobernador de Hidalgo, enfrenta un desafío monumental. Mientras el drenaje profundo de la capital vierte aguas negras en el Valle del Mezquital, la planta de tratamiento de Atotonilco sólo puede manejar una fracción del flujo. La situación empeora con las lluvias, convirtiendo el río en un torrente pestilente que contamina el aire y el agua. Menchaca deberá actuar rápidamente si no quiere que su gestión se ahogue en un mar de críticas y desechos. Y no necesita más pestilencia.