Astillero


Resumen:

EL CURSO QUE ha tomado el proceso de la reforma judicial pone de manifiesto el histórico conflicto del poder de las urnas, como soporte de intentos de modificaciones populares a sistemas injustos, frente a los poderes fácticos que se resisten a esos mandatos electorales que les son adversos.

Transcripción:

EL CURSO QUE ha tomado el proceso de la reforma judicial pone de manifiesto el histórico conflicto del poder de las urnas, como soporte de intentos de modificaciones populares a sistemas injustos, frente a los poderes fácticos que se resisten a esos mandatos electorales que les son adversos.

EN TÉRMINOS JURÍDICOS, políticos y sociales, no debería haber obstrucción al cumplimiento de lo anunciado como propuesta de campaña por Morena y sus aliados, luego votado en abundancia histórica por ciudadanos deseosos de que esas propuestas se materializaran (entre ellas, de manera sumamente explícita y destacada, la de una reforma judicial que incluyera, sin duda alguna, la elección directa de personas juzgadoras).

LO SUCEDIDO AHORA es diferente, por ejemplo, de lo relativo al Pacto por México, del cual Enrique Peña Nieto nunca habló en campaña y que, por tanto, constituyó una sorpresa alevosa; implicó reformas constitucionales, obviamente a partir de una mayoría legislativa calificada constituida no de origen, sino a través de marrullerías y corruptelas varias, que gustosamente alcanzaron incluso al chuchista Partido de la Revolución Democrática.

SIN EMBARGO, A pesar de la terrible derrota electoral sufrida por la nada natural coalición que postuló a Xóchitl Gálvez como candidata presidencial, la oposición a la continuidad de la llamada Cuarta Transformación se ha empecinado en tratar de deslegitimar el triunfo de Claudia Sheinbaum y de las planillas legislativas federales presentadas por Morena, el Verde y el PT.

POR SÍ MISMO, ese revoltijo de partidos y "sociedad civil" no logra levantar cabeza y sigue de tumbo en tumbo. Es ahí donde intervienen los llamados poderes fácticos: la industria periodística que presiona en busca de restaurar arreglos, los membretes empresariales y sus jefes reales, muy entrenados en acomodarse y reacomodarse ante los gobiernos en turno, y el factor externo, específicamente el estadounidense, que ha trabajado con aplicación para acotar, o de ser posible descarrilar, el proyecto triunfador en las urnas el pasado 2 de junio.

EL ASOMO DESCONTONERO del embajador Ken Salazar se inscribe en ese contexto, pero no es el único factor promotor de "turbulencias" en un proceso político de centroizquierda, progresismo o humanismo, como se desee clasificar. Hasta ahora, ese proceso mexicano ha transitado con dificultades y altibajos, pero sin provocar ruptura social (aunque haya discordias). Tarea de los mexicanos opositores sería construir alternativas exitosas para frenar y revertir lo que la llamada 4T hubiese instalado (a fin de cuentas, para eso es el juego y el rejuego "democráticos"), pero no debería tal oposición prestarse a las maniobras (y celebrarlas) echadas a andar desde el extranjero.

LO CIERTO ES que no hay estructura operativa ni recomposición programática de los partidos opositores: el PRI está embebido en sus pleitos internos, con Alito haciendo cálculos mercantiles para el alquiler de votos en las cámaras y Manlio Fabio Beltrones calibrando cómo y dónde puede armar su propio tenderete; la élite de Acción Nacional está tratando de imponer a Jorge Romero (cártel inmobiliario) como sustituto del muy desgastado Marko Cortés, sin que haya un costo excesivo (a Damián Zepeda hay quienes en el PAN lo ven fuera, acaso rumbo a Movimiento Ciudadano); del PRD, ya solo queda el recuerdo (y la ambición de los Chuchos que pretenden crear un nuevo negocio partidista), y Xóchitl Gálvez navega entre decepciones e intrascendencia, con cierta esperanza de construir un partido rosa y presidirlo. A causa de esa aridez opositora nacional es que ha sido necesario que Estados Unidos entrara al "salvamento", a través de un sombrero embajador.

¡HASTA MAÑANA, CON el morenismo en ruta hacia la elección predeterminada de su gobernación!