Resumen:
Este fin de semana será uno muy agitado, consecuencia de los resultados del 2 de junio y de las decisiones tomadas la semana pasada por el INE y el Tribunal Electoral, que le dan una mayoría tramposa a Morena y a la nueva Legislatura, y con ésta, el inicio del fin del sistema político que conocimos.
Transcripción:
Este fin de semana será uno muy agitado, consecuencia de los resultados del 2 de junio y de las decisiones tomadas la semana pasada por el INE y el Tribunal Electoral, que le dan una mayoría tramposa a Morena y a la nueva Legislatura, y con ésta, el inicio del fin del sistema político que conocimos.
El oficialismo y la oposición llegan al segundo piso de la Cuarta Transformación en polos distintos: mientras Morena, el Verde y el PT se encuentran en la plenitud de su poder, el PAN, el PRI y el ya extinto PRD llegan defenestrados, vilipendiados y arruinados.
Salvo honrosas excepciones, la verdad es que la oposición no sabe qué hacer. Para ponerlo en perspectiva, por cada diputado panista hay dos morenistas: 251 contra 71.
Además, el golpe de realidad es de tal tamaño que ni siquiera tendrán la posibilidad de presentar acciones de inconstitucionalidad ante la ola guinda. Por ahora no hay absolutamente nada que hacer, menos aún cuando cada partido jala agua para su molino y sus intereses; un ejemplo de ello es la adhesión de la bancada de Morena en el Senado, dejándolos solos a uno de tener la mayoría calificada.
Lejos quedaron aquellos tiempos del Pacto por México, cuando el gobierno de Enrique Peña Nieto logró reformar la Constitución 155 veces, avalado por el PAN y el PRD. Mientras tanto, los resultados de las elecciones han mostrado que esos aliados, que en su momento fueron una fuerza política significativa, ahora están en una situación crítica.
Mañana se instalará la primera Legislatura del primer cuarto del siglo XXI. Marko Cortés y Alito Moreno están de lo más cómodos en sus escaños del Senado, importándoles poco que Jesús Zambrano, su aliado político, hoy esté liquidando a su partido. Quienes en algún momento fueron una fiera oposición son ahora quienes llevan el mando.
El panorama en el partido Movimiento Ciudadano tampoco es muy alentador. Es la más afectada por la distribución de las diputaciones y senadurías plurinominales. Recibió 6 mil votos y tendrá apenas una representación del 4 por ciento. De nada sirvieron los números que Dante Delgado presumió.
Esta semana platiqué con las coordinadoras parlamentarias del PAN y MC en San Lázaro. Noemí Luna e Ivonne Ortega están conscientes de la realidad tan dura a la que se enfrentan, y no estoy seguro de que tengan mucho margen de maniobra. Las fuerzas políticas son importantes, pero en el caso de México, la oposición está en el lugar que ellos mismos se buscaron. Será difícil que puedan salir de allí.
CONTRASEÑA: Movimiento Ciudadano corre el riesgo de perder en la mesa del Tribunal Electoral la gubernatura de Jalisco.