Resumen:
1. Tacto diplomático. Claudia Sheinbaum, presidenta de México, felicitó a Donald Trump por su victoria con un tono calculado y respetuoso, en una clara muestra de diplomacia madura. Su post en la red X, lleno de cortesía institucional, evitó cualquier polémica y se enfocó en resaltar los valores compartidos, subrayando "el diálogo y respeto a nuestras soberanías". Al elegir sus palabras con prudencia, Sheinbaum demostró que está lista para mantener una relación constructiva con la administración estadounidense, sin importar el color del gobierno al otro lado de la frontera.
Transcripción:
1. Tacto diplomático. Claudia Sheinbaum, presidenta de México, felicitó a Donald Trump por su victoria con un tono calculado y respetuoso, en una clara muestra de diplomacia madura. Su post en la red X, lleno de cortesía institucional, evitó cualquier polémica y se enfocó en resaltar los valores compartidos, subrayando "el diálogo y respeto a nuestras soberanías". Al elegir sus palabras con prudencia, Sheinbaum demostró que está lista para mantener una relación constructiva con la administración estadounidense, sin importar el color del gobierno al otro lado de la frontera.
Estabilidad y cooperación, siempre con los intereses de México por delante.
2. Hipocresía. Alejandro Moreno, líder priista conocido por varias jugadas políticas cuestionables, lanza un dardo contra el ministro Alberto Pérez Dayán, acusándolo de "enterrar la división de poderes" y traicionar al Poder Judicial.
Sí, el mismo Alito que ha navegado entre alianzas, rupturas y una cuestionable lealtad a su propio partido. Hay una frase que le queda a la perfección: "El comal le dijo a la olla"... y no precisamente con la autoridad moral que pretende. En el fondo, su reclamo no revela una auténtica preocupación por el Estado de derecho. Como siempre, Alito prioriza el espectáculo antes que la coherencia. Debería mirarse al espejo.
3. Escena de poder. Ana Lilia Rivera, senadora por Tlaxcala, aparece flanqueada por asistentes que le cargan la bolsa y la sombrilla bajo la lluvia. Ironías de la autodenominada "austeridad republicana" de Morena, que predica recortes y elimina lujos, pero tropieza en sus propios gestos. La imagen de Lilia Rivera refleja a una senadora que, mientras habla de sacrificios para la nación, vive su versión de protagonismo político, con escoltas al estilo monarca. La contradicción es obvia y las redes sociales no perdonan. Cada paso asistido alimenta el desencanto.
4. Impunidad crónica. El asesinato de Adriana y Virginia OG, activistas triquis, vuelve a mostrar la violencia y abandono que sufren los pueblos indígenas en Oaxaca. Ellas, además de artesanas, llevaban años exigiendo justicia por la desaparición de sus primas en 2008. Su ejecución en pleno centro de la capital oaxaqueña es un mensaje brutal: exigir justicia en el estado de Salomón Jara es un riesgo latente. Aunque el gobernador prometió paz y justicia, la realidad para las comunidades indígenas es otra; enfrentan amenazas y violencia sin protección. Recuerden que Morena, en tiempo de mujeres, prometió otra cosa. ¿Para cuándo?
5. La otra cara. Para Javier Martín Reyes, investigador de la UNAM, la decisión de la Corte de no invalidar la reforma judicial no fue una victoria de la razón, sino un triunfo de la fuerza política sobre el derecho. Martín Reyes sostiene que se perdió una oportunidad de equilibrio y prudencia.
Si se hubiera aprobado el proyecto del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, asegura, México tendría una solución intermedia, con elecciones de jueces, como pide el oficialismo, pero conservando la carrera judicial. Para Martín Reyes, más que racionalidad, lo que se impuso fue la política y, con ella, el peligro. El futuro lo dirá.