Resumen:
Luego de su avasallador triunfo en las pasadas elecciones, cabecillas de Morena sienten que la CDMX ya les queda chica, y hacen fila en la puerta de Claudia Sheinbaum, en busca de un hueso nacional.
Transcripción:
Luego de su avasallador triunfo en las pasadas elecciones, cabecillas de Morena sienten que la CDMX ya les queda chica, y hacen fila en la puerta de Claudia Sheinbaum, en busca de un hueso nacional.
La doctora anunciará hoy parte del gabinete que la acompañará a partir de octubre, luego del cambio de poderes, y todos quieren saber quiénes integrarán la primera línea, para ver qué migajas les pueden caer.
Porque el gobierno federal es tan amplio que caben todos y aún sobran espacios; el asunto es saber si habrá buenas posiciones, porque muchos ilusos ya se ven en una subsecretaría, o al menos en alguna dirección.
Esta situación ha obligado a Clara Brugada a retrasar un poco sus nombramientos para la Ciudad de México, porque no está dispuesta a recoger las sobras de lo que vaya dejando Claudia.
Dicen que por su cabeza no pasa esa película, ya que, si bien no cuenta con grandes cuadros, tiene sus preferencias y está tomando nota de cómo se mueven los líderes, antes de dar a conocer quiénes irán con ella.
Por lo pronto, muchos dicen que quien tendrá una función relevante con ella es Alejandro Encinas, su coordinador para la transición, quien ya fue jefe de Gobierno sustituto cuando Andrés Manuel López Obrador buscó la Presidencia en 2006.
Para muchos, Encinas podría ser secretario de Gobierno o coordinador de gabinete, lo que sería una buena señal política, por su estilo mesurado y su buena mano izquierda. Eso podría ayudar a mediar entre radicales y moderados del partido, y con la misma oposición.
Aunque los duros de Morena no lo ven como suyo, tampoco lo consideran enemigo y podría ser la pieza que Brugada necesita para aterrizar con suavidad al frente de la capital del país.
Si la gran mayoría sigue insistiendo en buscar los brazos de Sheinbaum, seguramente Clarita tendrá que armar un gabinete con sus leales, pero seguramente necesitará de alguien que tenga buena capacidad de operación.
Y qué cosas, ¿no?, Encinas es un tipo que siempre cae parado. No tiene territorio ni grupo político; no trabaja mucho, pero tiene la habilidad de acomodarse siempre en un buen lugar con quien gana; jamás se queda en la banca.
Suertudo o no, el tipo tiene tablas para hablar con todos y hay buena posibilidad de que le propongan Gobierno, donde ya trabaja su paje de toda la vida, Ricardo Ruiz, más recordado por ser amigo de su jefe que por alguna capacidad política.
Aquellos tiempos en que todos en la izquierda aspiraban al Gobierno de la CDMX, aunque fuera sacando copias, quedaron atrás. Hoy sienten que la capital es poco para ellos, y en una de ésas se quedaban sin nada, pues el gobierno local no es plato de segunda mesa.
Lo malo para los ciudadanos es que en la 4T abundan los improvisados, pues carecen de cuadros para las áreas técnicas, lo cual se refleja en los pésimos gobiernos que han hecho. Ojalá que Brugada no tenga que elegir funcionarios 90 por ciento leales y 10 por ciento capaces.
CENTAVITOS
En medio de la grilla que traen los morenistas por la coordinación de su futura bancada en Donceles, surge el nombre de Pablo Trejo como probable caballo negro para hacerse cargo del rebaño. El diputado es conciliador, tiene amplia experiencia en el manejo financiero, incluso en el del propio Congreso, y nunca ha tenido observación alguna. Quienes creen que puede ser él, recuerdan que en campaña Brugada le levantó la mano y le dijo que lo necesitaría para garantizar el presupuesto de la ciudad; hoy se suma a la lista.