Transcripción:
Además de Jorge Romero, a quien tampoco le fue muy bien, no hay más hacia dónde voltear.
Luego de que como presidente del PAN perdiera 27 de los 33 distritos de la ciudad, y dos de las cuatro alcaldías que gobernaban, el liderazgo de Andrés Atayde llega a su fin, y en estos días entregará la estafeta a la diputada local Luisa Gutiérrez.
Tras el duro revés sufrido por el grupo hegemónico de ese partido en la CDMX, conocido como Los cinco magníficos, y liderado por el coordinador panista en San Lázaro, Jorge Romero, se ve obligado a reinventarse.
De los también llamados Quintos, Santiago Taboada se queda sin nada al perder la lucha por la Jefatura de Gobierno, que disputó representando a la alianza opositora.
El alcalde en Benito Juárez se une al excoordinador panista en Donceles, Christian von Roehrich, quien fue desactivado al ser encarcelado el año pasado, acusado de integrar el llamado Cártel Inmobiliario que supuestamente se coludió con constructores para violar la ley.
A ellos dos se suma Atayde, que durante los últimos años armó la alianza con el PRI y el PRD en la ciudad, y cuya estrategia fue destrozada en las urnas por Morena. A pesar de haber sido arrollado, el dirigente entrará al Congreso de la CDMX como diputado plurinominal uno.
Pero, además, será de facto el coordinador de la fracción panista, aunque no haya aportado un solo voto a su partido. Y entra porque no se trata de méritos, sino de acuerdos cupulares; será el nuevo pastor de los suspiritos azules.
A este poderoso grupo de jóvenes panistas les quedan los alcaldes Mauricio Tabe, quien repitió en Miguel Hidalgo, y Luis Mendoza, que arrasó en Benito Juárez, igual que años atrás lo hizo como diputado.
Habrá que ver quién de ellos es el nuevo referente azulito en la capital, ya que son los únicos que cuentan con un territorio para posicionarse. Porque, además de Romero, a quien tampoco le fue muy bien, no hay más hacia dónde voltear.
Y si de mujeres se trata, los panistas están peor, pues además de Luisa, que asumirá el partido en condiciones muy complicadas, en la CDMX sólo existe la figura de Alessandra Rojo de la Vega, que, aunque no es albiazul, es alcaldesa del grupo opositor donde ellos participaron.
El perfil de Alessandra es muy interesante, pues, aunque fue siglada por el PRI, con el aval del PAN y del PRD, la ciudadanía no la identifica con ninguno de esos partidos, sino más bien como una activista defensora de las mujeres.
No deja de ser interesante ese punto, ya que ante la crisis de los partidos, la aparición de rostros frescos, más identificados con la sociedad civil, pueden jalar en un futuro el voto de los jóvenes.
Otro perfil interesante sería el de la presidenta del PRD local, Nora Arias, pero tiene la desventaja de llegar sola a Donceles, como única diputada del otrora poderoso partido y eso la limita un poco.
Es lo que hay para arrancar el próximo sexenio y, aunque el panorama opositor luce negro en la actualidad, hace seis años pasaron por una situación similar y lograron rehacerse.
CENTAVITOS
Tras concluir los cómputos distritales, el INE anunció que la candidata panista Liz Salgado fue la diputada más votada de toda la oposición en la Ciudad de México, con 104 mil 662 sufragios a favor. En el Distrito 18 local, Salgado obtuvo el doble de votos que la joven morenista Camila Martínez. No es sorpresa que Liz haya arrasado en el distrito que comparten las alcaldías Álvaro Obregón y Benito Juárez, pues sus habilidades de operación política las heredó de su desaparecido jefe, Leonel Luna: es conciliadora.