Transcripción:
Desde ahora, Zambrano y su pandilla no podrán disponer de un centavo y de ningún bien del partido.
Luego de perder el registro como partido nacional, Los Chuchos intentan apropiarse del PRD capitalino, para lo cual irán contra la presidenta Nora Arias, quien ha mantenido a flote al sol azteca local, tras haberlo tomado en ruinas después de 2018.
Una vez que el INE les oficializó su desaparición, por no haber logrado el mínimo de votos requerido, Jesús Zambrano instruyó a Ángel Ávila —su paje— acelerar los ataques contra Arias, para arrebatarle la sede local, que sí conservó el registro, y en la cual buscan refugiarse.
Y es que tras los desastrosos resultados del 2 de junio ni Zambrano ni Ávila lograron cristalizar sus sueños de toda la vida: el primero ser senador, el segundo diputado federal. Ni porque se agandallaron el primer lugar en las listas de plurinominales.
Pero no sólo eso, el INE les ordenó desalojar su sede nacional, y prepararse para una auditoría de los millonarios recursos que recibieron durante los últimos años.
Desde ahora, Zambrano y su pandilla no podrán disponer de un centavo y de ningún bien del partido para el pago a proveedores o prestadores de servicios. Sólo tendrán para la nómina y el pago de impuestos, donde no andan nada bien.
En lugar de preparar el acta de entrega-recepción de todos los activos y pasivos del partido, Los Chuchos planean ahora exprimir hasta el último peso al PRD capitalino, antes de enterrarlo en tres años.
El INE está por designar a un interventor para que administre los bienes y las cuentas del sol azteca, previo a su liquidación. Y aquí es donde vendrá el problema, pues el manejo de los dineros no ha sido precisamente claro, sobre todo en impuestos.
Igual y salen los contratos que Zambrano le dio a su hijo como proveedor del PRD. Pero independientemente de ello, con qué cara buscan apropiarse del comité estatal, si en los últimos años han perdido todo.
A Nora la han querido destituir desde hace mucho, porque no se alineaba a sus designios. Y qué bueno que no lo hiciera, porque si no tampoco existirían en la capital. La presidenta los ha combatido por la vía jurídica y hasta el momento los mantiene a raya.
Ni modo que la militancia capitalina ansíe ser representada por Zambrano y Ávila, que incluso los dejaron sin comer varias quincenas cuando se llevaron las cuentas bancarias de la CDMX al CEN, por lo que en un par de ocasiones tuvieron que tomarles el partido para que les pagaran.
Dicen que en este nuevo intento golpista reaparecerá también Luis Espinosa Cházaro, quien había roto con Los Chuchos después de que no apoyaron sus aspiraciones a la Jefatura de Gobierno, o ya de perdis a senador de la República.
En esas anda la pandilla que lidera Zambrano, que si tuviera vergüenza ofrecería disculpas. Pero no la tendrán fácil, pues si hacen alguna topillería, habrá movilización de las bases locales.
CENTAVITOS
Dicen que en política todo es percepción, y a nadie pasó desapercibido que en la reunión privada que Claudia Sheinbaum sostuvo ayer con la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall, y el embajador de ese país en México, Ken Salazar, la futura Presidenta de México se hiciera acompañar por su coordinador para la transición, Juan Ramón de la Fuente, pero también por el senador electo Omar Hamid García Harfuch, lo que confirma la cercanía que hay entre ellos. Aunque algunos dirán que era lógica su presencia, pues se hablaría de seguridad, a varios en Morena la imagen les ha de haber caído como patada en el hígado.