Transcripción:
La gente ya se cansó de que Morena los acarree a todos lados, incluso a asistir a tres actos en un día.
Aunque en público lo niegan, la concentración ciudadana de este domingo en el Zócalo de la capital —y en otras ciudades del país—, tiene muy preocupada a la dirigencia de Morena, pues temen que la Marea Rosa influya en la percepción electoral rumbo al 2 de junio.
Convocados por líderes sociales, en todo el país habrá manifestaciones en defensa de la democracia, lo que aprovecharán Xóchitl Gálvez y Santiago Taboada, candidatos opositores a la Presidencia y al Gobierno de la CDMX, respectivamente.
Ambos serán oradores en el evento principal, que será algo parecido a un cierre adelantado de campaña, en un escenario que se espera sea rebasado por los asistentes, a pesar de las triquiñuelas oficiales para desalentar la asistencia.
Porque casualmente, a sólo unos cuantos días de la marcha, el gobierno federal propició la toma de una parte del recién ampliado Zócalo por parte de maestros de la CNTE, que todo el sexenio han trabajado alineados con Andrés Manuel López Obrador.
Aunque se manifestarán en varias ciudades, el evento más significativo será el de la capital del país —sede de los Poderes federales—, donde también estará en disputa la que es considerada como la joya de la corona.
Si el domingo los manifestantes desbordan la Plaza, los ciudadanos que no comulgan con la 4T terminarán empoderados. Comprobarán que, al menos en la CDMX, se le puede ganar de nuevo al partido oficial —como en 2021—, y entonces saldrán a votar.
La preocupación de la 4T es real, pues, aunque Claudia Sheinbaum anunció que el 29 de mayo cerrará su campaña también en el Zócalo —lugar donde ofreció “seguir con la corrupción”—, no es lo mismo que ciudadanos atiborren la plaza, a que acarreados lo hagan.
Pero lo de menos será la asistencia que pueda calcular Martí Batres; todo mundo sabe que no le alcanzan los dedos de las manos y pies para contar. No se trata de números, sino de imágenes; si el Zócalo luce lleno, lo de menos será saber exactamente cuántos fueron.
Por eso la candidata presidencial de Morena ha recorrido los últimos días las alcaldías de la capital, además de mandar a sus candidatos top —como Omar Hamid García Harfuch— a ofrecer entrevistas para contrarrestar la idea de que pueden perder.
A Sheinbaum la engañan en los territorios, donde los eventos lucen a medio llenar, porque la gente ya se cansó de que los acarreen a todos lados; hay ocasiones en que les ordenan incluso asistir a tres actos en un día.
Las cosas no van bien para Morena en la ciudad, y si la Marea Rosa inunda la ciudad ni porque se encomienden a la ola azul que dice tener el expanista Gonzalo Espina —reciente adquisición de Morena— podrán salvarse de la derrota.
CENTAVITOS
Por cierto, Claudia anduvo ayer en Álvaro Obregón, donde probablemente nadie le dijo que porros morenistas golpearon y robaron la semana pasada al equipo de campaña del priista Xavier González Zirión. El candidato a diputado y su equipo volanteaban por los rumbos de la colonia Carola, cuando fueron agredidos por más de 40 personas, encabezadas por el experredista Juan Carlos Rocha, hoy aliado y promotor de ella en Álvaro Obregón. El mismo Rocha amenazó al priista con quemar su casa de campaña, según la denuncia levantada ante la Fiscalía de Investigación de esa alcaldía y más tarde ante la Fepade, por violencia político-electoral. González Zirión tiene que hacer campaña acompañado de la Guardia Nacional. ¿Sabrá Sheinbaum la clase de malandrín con el que se alió? Igual y sí.