Capital Político // Morena le pone la mesa a Clara


Resumen:

Pasadas las elecciones, y luego de la paliza que recibió la oposición, Morena aprobará en Donceles la nueva Ley del Bienestar, que quitará el manejo de los programas sociales a las alcaldías y centralizará su operación en el Gobierno de la CDMX.

Transcripción:

Pasadas las elecciones, y luego de la paliza que recibió la oposición, Morena aprobará en Donceles la nueva Ley del Bienestar, que quitará el manejo de los programas sociales a las alcaldías y centralizará su operación en el Gobierno de la CDMX.

Esta iniciativa estuvo a punto de ver la luz unos días antes de las elecciones, pero el partido oficial optó por posponerla, ya que podría haber afectado a la 4T en las urnas, pues la oposición denunció que desaparecerían los programas en la capital.

Pero ahora están en condiciones de sacarla adelante y de paso beneficiar a Clara Brugada, jefa de Gobierno electa, que tendrá el control absoluto de la asistencia social a los capitalinos, a fin de que pueda presionar a los alcaldes.

Los morenistas sólo necesitan mayoría simple —la cual tienen de sobra— para aprobarla, y como arrasaron en las urnas no les interesa lo que opinen la oposición ni los ciudadanos; ya no les afecta.

El asunto es importante, pues habrá que recordar que en 2018, apenas llegó a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador montó un sistema de Delegados Especiales del Bienestar, para el manejo de los programas sociales en el país.

Nombró a quienes operarían en cada entidad, brincándose a los gobernadores, y los convirtió en los grandes benefactores del dinero público, construyendo con ello la figura de quienes serían futuros candidatos a disputar los estados.

Todos le deberían la posición a él, y, para amarrar la operación, les envió un ejército de activistas llamados siervos de la nación, que fueron casa por casa recalcando que los apoyos y becas se las mandaba el Presidente, y que si llegaba algún otro los podrían perder.

Ésa fue la fórmula para asegurar el apoyo de los beneficiarios de los programas sociales del gobierno, pues era prácticamente imposible que votaran en contra de su benefactor.

Por eso la campaña presidencial de que si ganaba Xóchitl Gálvez quitaría los programas sociales, y la insistencia de Claudia Sheinbaum en sus spots, de que el PRIAN acabaría con los apoyos.

Seguramente un esquema similar querrá implantar Brugada en la capital, nombrando a delegados del bienestar en cada alcaldía, que se la deban a ella y que pudieran ser sus futuros candidatos en 2027 y 2030.

No importa que las alcaldías tengan bien diagnosticadas las necesidades de su población, pues cada territorio tiene diferentes problemáticas. Los programas sociales serán centralizados y la gran benefactora será Brugada; a ella le deberán todo, y no a los alcaldes.

El momento para que la nueva Ley del Bienestar pase como cuchillo en mantequilla es ahora, pues la oposición quedó devastada, desunida y muchos de los diputados que hacían el contrapeso, están pensando ya en sus nuevas responsabilidades o en cómo les irá en la banca.

Morena tiene todo para dejarle la mesa puesta a Clara… o igual a Martí Batres, si se agandalla los espacios.

CENTAVITOS

Como que la 4T ya debería olvidar el tema del atentado que Alessandra Rojo de la Vega sufrió previo a las elecciones, y que ha sido tomado por Ulises Lara, encargado de despacho de la Fiscalía de la CDMX y cuñado de Martí, como pretexto para denostar a la ganadora de la elección en la alcaldía Cuauhtémoc. Ulises busca cuadrarle a Alessandra un autoatentado, que la enviaría a la cárcel. Si Morena ganó todo, para qué quieren despertar al tigre y provocar manifestaciones en las calles en defensa de la alcaldesa electa. Sólo mancharían la victoria pejista; mejor le debería de bajar.