Transcripción:
Considerando los registros de 2019 a junio de 2024, la Ciudad de México ha perdido al año un promedio de 830 árboles por desplomes tras viento lluvia.
La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil tiene contabilizadas 4 mil 566 caídas en este periodo, sin considerar cuando son sólo ramas. Los desprendimientos reflejan mucho del estrés climático que atraviesa la Capital.
La sequía es el peor enemigo para los árboles urbanos. La falta de agua los debilita vuelve más vulnerable a enfermedades.
Es un fenómeno que se intensifica en la época de lluvias, pero que este año cobró notoriedad, luego de que un árbol aplastara una familia en su vehículo, provocando la
muerte de una madre. Ocurrió el 19 de julio en la Calle Filadelfia, en la Colonia Nápoles, cuando la mujer, su esposo y su hijo habían acudido a una consulta médica.
Horas después de este percance, una jacaranda se vino abajo y aplastó un auto sobre la misma vialidad, pero al cruce de Indiana. En este último no hubo lesionados.
REFLEJA ARBOLADO REFLEJA ARBOLADO CRISIS HÍDRICA LA PANORÁMICA DE LOS DESPLOMES
Salvo momentos atípicos, como los canales de baja presión de marzo de 2023 que desencadenaron vientos intensos, la caída de árboles es intensa en la época de lluvias, 4,566 árboles caídos de 2019 a junio de 2024.
150 100 50 0 4 2019 14 26 20 82 130 Total: 713 116 113 82 75 36 15 ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC 150 100 50 0 68 2020 59 47 91 74 54 87 Total: 779 105 92 38 18 46 150 100 50 0 22 2021 23 70 MAR 88 102 ABR 114 MAY JUN 143 JUL Total: 946 154 AGO 147 48 OCT 19 NOV 16 DIC CRISIS HÍDRICA En los últimos años, el arbolado de la Capital se enfrenta a un entorno cada vez más hostil, con periodos de sequía más pronunciados y lluvias torrenciales, que han ido aumentando el riesgo de caídas REFLEJA ARBOLADO MAR ABR CRISIS HÍDRICA CRISIS HÍDRICA
En los últimos años, el arbolado de la Capital se enfrenta a un entorno cada vez más hostil, con periodos de sequía más pronunciados y lluvias torrenciales, que han ido aumentando el riesgo de caídas
La caída de árboles por la falta de mantenimiento adecuado es un fenómeno que se intensifica en la época de lluvias, pero que este año cobró mayor notoriedad, luego de que el vehículo en el que viajaba una familia resulto prensado en un hecho de este tipo.
La madre, quien iba a a bordo en el asiento del copiloto murió durante el siniestro ocurrido el 19 de julio, en Calle Filadelfia, Colonia Nápoles. Horas más tarde, otro árbol, una jacaranda, se vino abajo sobre la misma vialidad. pero al cruce con Indiana, también un auto resultó aplastado. En este hecho no hubo lesionados.
En esa misma colonia, en 2023 se desprendieron de raíz seis ejemplares de entre 10 y 14 metros.
Y esto es sólo una muestra de la recurrencia.
"El fallecimiento de esta mamá, las personas heridas que ha habido y el daño en vehículos son un llamado para la gestión de riesgos, que debe ser más efectiva", asegura Óscar Rivera, investigador del Colegio de Geografía de la UNAM.
LA VULNERABILIDAD
Considerando los registros de 2019 a junio de 2024, la Ciudad de México ha perdido al año un promedio de 830 árboles por desplomes tras viento o lluvia La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) tiene contabilizadas 4 mil 566 caídas de árboles completos en este periodo, sin considerar los 2 mil 153 hechos en los que sólo se desplomaron ramas, Al contabilizar ambos tipos de casos, las alcaldías con mayor urbanización, como Cuauhtémoc, Coyoacán, Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Miguel Hidalgo, son las que más caídas han registrado, mientras que, en las demarcaciones con superficie rural y suelo de conservación, como Tláhuac y Milpa Alta, la vulnerabilidad es menor Los desprendimientos reflejan mucho del estrés climático que atraviesa la Capital del País, pues la falta de agua debilita los ejemplares y los vuelve más vulnerable a enfermedades.
"Tal vez ahora que hubo este estiaje tan marcado con pocas lluvias en estos años, los árboles detuvieron su metabolismo y, ahora que llueve mucho, se desarrollan más, en las lluvias aprovechan para crecer, ganar follaje, eso les agrega peso" planteó el especialista de Acción más Verde, Joel Tovar.
Durante la temporada sin lluvias, los árboles disminuyen la generación de hojas, un proceso que retoman cuando incrementa el acceso al agua, explicó el experto.
Sin embargo, el reverdecimiento llega a ocurrir en condiciones de vulnerabilidad por podas que desbalancean el peso o por el corte de las raíces.
"Hay podas muy drásticas que hace CFE, le dan prioridad los cables de electricidad y podan a los árboles de una forma inadecuada", señaló.
En algunos casos, el personal de las empresas cableras busca equilibrar los cortes, pero, al regenerar sus ramas y hojas, un ejemplar puede inclinarse, lo que implica riesgo de desprenderse.
"Arreglan las banquetas y castigan la raíz, aun cuando está prohibido, en muchos casos por solicitud de vecinos en donde la raíz comenZÓ a meterse a sus casas, al tubo del drenaje, del agua, y el que pierde es el árbol cuando le mutilan la raíz", subrayó Tovar, En algunos casos, el recorte de las raíces se realiza para reparar una banqueta o liberar algún tubo. Sin embargo, la intervención al ejemplar suele pasar desapercibida, apuntó Tovar.
DESTINADOS A MORIR
En la Ciudad, a algunos de los árboles se les constriñe por macetones de piedras y concreto que los ahorcan de manera subterránea.
Algunos de los cajetes miden sólo 60 centímetros sostienen ejemplares de 20 metros más de altura.
"Les ponen delimitaciones, arriates, como un macetón enorme, con piedras, concreto de las banquetas, la corona de la raíz queda ahorcada, arriba empieza a pudrirse el tronco y el árbol cae" describió el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Saúl Alcántara.
Los árboles exóticos, que no son nativos de la región del Valle de México. carecen también de raíces estructurales todos tienden a caer con el tiempo, con ventarrones, lluvias o sismos, como los eucaliptos que se quiebran en segundos.
El arbolado también se enfrenta al suelo compactado. que limita la filtración de agua.
"El suelo en donde están los árboles está sumamente compactado; con el pasar de los años, casi se hace cemento y permea poca agua, no filtra, no penetra, no llega a las raíces" señaló Alcántara, Estas condiciones de debilidad en los árboles, acreditada en numerosas caídas, exhibe la ausencia de una política pública para preservarlos, anotó.
"Ese es el gran problema, de los 6 millones de árboles que puede haber en la Ciudad de México, el 80 por ciento está en un suelo compactado", puntualizó el especialista.
Rivera explicó que, aunque los árboles caen todo el año, en temporada de lluvias ocurre con más frecuencia, debido a que las raíces se reblandecen en el suelo.
Para el especialista de la UNAM, es necesario realizar un censo del arbolado de la Capital a partir de imágenes satelitales que, posteriormente, sean contrastadas por expertos que georreferencien los ejemplares con riesgo de caer.
"Es un trabajo que puede tomar tiempo, pero es necesario por esta situación, con los árboles de más antigüedad o los que están plagados, cualquier deceso que se pueda evitar necesita usar las herramientas informáticas", requirió.
Los árboles que crecen en camellones y banquetas son más vulnerables, al estar rodeados de pavimento, que los sembrados en superficies amplias y que tienden a tener más firmeza, resaltó Rivera.
UNA CIUDAD HOSTIL
José Carlos Martínez, director de Innovación de la asociación Reforestamos México, señaló que el arbolado se adaptó durante años a las condiciones de la Capital. Sin embargo, el clima extremo que se vive actualmente provoca una mayor vulnerabilidad a las plagas y enfermedades.
"Sabemos que la vulnerabilidad de los árboles ahorita ha aumentado" destacó Martínez.
"Es decir, por las condiciones extremas que se han presentado por la falta de mantenimiento, pues se encuentran en un estado más vulnerable. Este año se enfrentaron a eventos extremos olas de calor muy intensas o lluvias torrenciales".
La falta de cuidado del arbolado no sólo significa que aumenta el riesgo de siniestros por las caídas, sino también se pierden los beneficios ambientales que aporta cada uno de los ejemplares de la Ciudad.
"De alguna manera nos va a afectar, no solamente en el tema de accidentes, que es el más grave de todos, pero también en la calidad de los servicios que nos están ofreciendo", detalló Martínez.
"En la captura de oxígeno, la retención de los contaminantes este el tema de biodiversidad es decir, los árboles ahorita están en estado vulnerable, están reduciendo todo lo que nos aportan y que de alguna manera hay que evaluar, qué tanto en riesgo se pueden están están teniendo, pues para la relación con las personas".