Resumen:
1. Complejidad. Los comicios del 2 de junio no fueron sencillos, en medio de un contexto político complejo, numerosos cargos en juego y la novedad de elecciones federales y locales simultáneas. Todo un rompecabezas político. Y, ahí, Guadalupe Taddei, consejera presidenta, demostró la verdadera fuerza del INE. Al ponerse a prueba el Sistema Nacional de Elecciones, la coordinación con los institutos electorales del país fue ejemplar. El resultado de un INE fortalecido y una mujer en la directriz que supo aplicar su vasta experiencia local a escala nacional. Taddei sobrevivió al reto y consolidó la confianza en el INE y en la certeza del proceso electoral.
Transcripción:
1. Complejidad. Los comicios del 2 de junio no fueron sencillos, en medio de un contexto político complejo, numerosos cargos en juego y la novedad de elecciones federales y locales simultáneas. Todo un rompecabezas político. Y, ahí, Guadalupe Taddei, consejera presidenta, demostró la verdadera fuerza del INE. Al ponerse a prueba el Sistema Nacional de Elecciones, la coordinación con los institutos electorales del país fue ejemplar. El resultado de un INE fortalecido y una mujer en la directriz que supo aplicar su vasta experiencia local a escala nacional. Taddei sobrevivió al reto y consolidó la confianza en el INE y en la certeza del proceso electoral.
2. Patético. Marko Cortés agradeció al panismo por luchar en el pasado proceso electoral, pero ¿para qué? En los últimos seis años, Acción Nacional, el instituto político que erigió a dos presidentes, ha sido un mal chiste. Andrés Manuel López Obrador ni siquiera necesita atacarlos; Cortés se encarga solo. Marko Cortés sigue aferrado a su presencia política, aunque es claro que no tiene más qué aportar. Y, encima, el panista Jorge Romero ya se rindió. Dice que cuentan con el PAN para la reforma judicial, ¡qué gran favor! La oposición necesita un líder de verdad, no a Marko Cortés, un político a la baja aferrado a su pluri.
3. Autobombo. Mario Delgado, líder nacional de Morena, se prepara para celebrar el sexto aniversario del triunfo de Andrés Manuel López Obrador. El festejo está previsto para este primero de julio en el Complejo Cultural Los Pinos. Claudia Sheinbaum, la futura presidenta, y Clara Brugada, la nueva jefa de Gobierno de CDMX, harán acto de presencia para subrayar su respaldo a la Cuarta Transformación, según informó Mario Delgado. Habrá, por supuesto, fiesta, música y seguramente tamalitos de chipilín. Lo único extraño es que el festejo sea en Los Pinos, la otrora residencia oficial. El único partido que tiene algo que celebrar. Niéguenlo.
4. Reorganización urgente. Colima necesita con urgencia poner orden en su seguridad pública. Indira Vizcaíno, la gobernadora, ha mostrado nulo interés por reestructurar dependencias estatales. Tanto la entidad como sus fiscales están atascados en un mar de burocracia. ¿Dónde está el módulo informativo para el ciudadano? En ningún lado. Ni siquiera actualizan su directorio telefónico en internet. Y la Secretaría de Educación, ni hablar. Tecnología y modernidad son para este sector conceptos ausentes. Colima necesita una visión clara, acción y modernización, no a una mandataria que confirma una vez más que sólo sabe fallar.
5. Descaro. El PRI se prepara para una “reforma profunda”. Alejandro Moreno Cárdenas, el líder que no quiere soltar el control, promete cambios que incluyen hasta el nombre del instituto político. Pero ¡oh, sorpresa!, militantes ven esto como una mera cortina de humo. Y ven el verdadero objetivo, que es a Alito perpetuándose en el poder. Desde que tomó las riendas del PRI, en 2019, el partido ha perdido 10 gubernaturas. De 12 estados que gobernaba, ahora sólo mantiene Coahuila y Durango, y eso gracias a alianzas con el PAN y el PRD. Alejandro Moreno, más que un líder, parece el sepulturero tricolor. La historia ya lo juzgó.