Mendoza se distancia de Taboada y reflota la interna por el control del PAN en CDMX
Resumen:
La victoria electoral de junio y la reciente toma de protesta de Clara Brugada impactó en el escenario político de la CDMX tanto dentro del oficialismo como de la oposición. Es el caso, por ejemplo, del PAN, que enfrenta un reflote de su histórica interna entre los diversos grupos que ahora buscan reacomodarse y reposicionarse de cara al futuro y que quedó en evidencia este lunes durante un acto de Luis Mendoza en Benito Juárez.
Transcripción:
La victoria electoral de junio y la reciente toma de protesta de Clara Brugada impactó en el escenario político de la CDMX tanto dentro del oficialismo como de la oposición. Es el caso, por ejemplo, del PAN, que enfrenta un reflote de su histórica interna entre los diversos grupos que ahora buscan reacomodarse y reposicionarse de cara al futuro y que quedó en evidencia este lunes durante un acto de Luis Mendoza en Benito Juárez.
Como relató LPO, desde la campaña electoral existe cierta tensión entre Mendoza y su antecesor, Santiago Taboada. En este contexto, su discurso no pasó desapercibido dentro del panismo chilango y diversas fuentes consultadas por esta redacción reconocieron que no cayó del todo bien dentro de algunos grupos. "Ni siquiera lo nombró en su discurso", aseguró un dirigente albiazul para ejemplificar el escenario entre la última dupla que gobernó Benito Juárez. "No recibí invitación", agregó otro dirigente que no asistió al evento de la explanada.
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Este lunes, Mendoza lideró una celebración por su toma de protesta y en su discurso marcó cierta distancia con su antecesor. "Benito Juárez ha tenido una deuda que es de suma importancia: la transparencia", aseguró el flamante alcalde al replicar una de las principales críticas que lanzó Morena contra el último candidato a jefe de Gobierno de la CDMX por la oposición. "Tenemos que regresar a los primeros lugares. Estaré muy al pendiente", agregó.
Asimismo, apuntó contra la corrupción inmobiliaria, otro de los temas principales que usó Morena durante la campaña de Clara Brugada. "No permitiré ni un ladrillo fuera de la norma", declaró y adelantó que la ventanilla única de trámites permanecerá cerrada hasta el 31 de diciembre para realizar una "investigación exhaustiva" de las construcciones que ya existen en la demarcación. Esto también generó malestar y un dirigente del PAN replicó en diálogo con LPO: "Habló de corrupción inmobiliaria con un hermano prófugo. ¿Con qué moral?".
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Con este escenario, lo que está en juego dentro del PAN es el escenario futuro. Desde hace años el partido, que comanda a nivel político Jorge Romero, tiene diversos grupos que, luego de la derrota de junio, comenzaron a disputarse el devenir. De esta manera, advierten diversas fuentes, Mendoza busca ganar poder ante la derrota electoral de Taboada y su camino emprendido dentro de la dirigencia nacional. Es por esto que comenzó un proceso de separación. La pregunta, advierten, pasa por saber si será una cuestión temporal relacionada a la transición o si, por el contrario, será una constante.
Asimismo, quien también busca engrosar su poder es su par de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe. Como relató LPO, ganó contundentemente su reelección, movilizó a una importante cantidad de gente a su toma de protesta y lideró un acto por el "día de la libertad". Todo esto con el objetivo de liderar al PAN, el mismo objetivo de Mendoza. La diferencia, adelantan, es que el mandato de Tabe finalizará en tres años y el de Benito Juárez en seis, lo que también podría generar roces durante los próximos meses en la capital.
Como relató LPO, desde la campaña electoral existe cierta tensión entre Mendoza y su antecesor, Santiago Taboada. En este contexto, su discurso no pasó desapercibido dentro del panismo chilango y diversas fuentes consultadas por esta redacción reconocieron que no cayó del todo bien dentro de algunos grupos. "Ni siquiera lo nombró en su discurso", aseguró un dirigente albiazul para ejemplificar el escenario entre la última dupla que gobernó Benito Juárez. "No recibí invitación", agregó otro dirigente que no asistió al evento de la explanada.
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Este lunes, Mendoza lideró una celebración por su toma de protesta y en su discurso marcó cierta distancia con su antecesor. "Benito Juárez ha tenido una deuda que es de suma importancia: la transparencia", aseguró el flamante alcalde al replicar una de las principales críticas que lanzó Morena contra el último candidato a jefe de Gobierno de la CDMX por la oposición. "Tenemos que regresar a los primeros lugares. Estaré muy al pendiente", agregó.
Asimismo, apuntó contra la corrupción inmobiliaria, otro de los temas principales que usó Morena durante la campaña de Clara Brugada. "No permitiré ni un ladrillo fuera de la norma", declaró y adelantó que la ventanilla única de trámites permanecerá cerrada hasta el 31 de diciembre para realizar una "investigación exhaustiva" de las construcciones que ya existen en la demarcación. Esto también generó malestar y un dirigente del PAN replicó en diálogo con LPO: "Habló de corrupción inmobiliaria con un hermano prófugo. ¿Con qué moral?".
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Con este escenario, lo que está en juego dentro del PAN es el escenario futuro. Desde hace años el partido, que comanda a nivel político Jorge Romero, tiene diversos grupos que, luego de la derrota de junio, comenzaron a disputarse el devenir. De esta manera, advierten diversas fuentes, Mendoza busca ganar poder ante la derrota electoral de Taboada y su camino emprendido dentro de la dirigencia nacional. Es por esto que comenzó un proceso de separación. La pregunta, advierten, pasa por saber si será una cuestión temporal relacionada a la transición o si, por el contrario, será una constante.
Asimismo, quien también busca engrosar su poder es su par de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe. Como relató LPO, ganó contundentemente su reelección, movilizó a una importante cantidad de gente a su toma de protesta y lideró un acto por el "día de la libertad". Todo esto con el objetivo de liderar al PAN, el mismo objetivo de Mendoza. La diferencia, adelantan, es que el mandato de Tabe finalizará en tres años y el de Benito Juárez en seis, lo que también podría generar roces durante los próximos meses en la capital.