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Un cambio en el grado de inversión de México aumentaría las tasas de interés, inhibiría las inversiones en el país y reduciría el espacio fiscal, advirtieron especialistas.
El riesgo de que México le recorte la calificación crediticia está latente ante un mayor déficit público, provocado por la continuidad del gasto del Gobierno en programas sociales, la elevada deuda y la perspectiva de un menor crecimiento económico por efecto de las reformas en el Congreso, consideraron expertos consultados.
De las tres grandes calificadoras, Fitch Ratings tiene a México apenas un escalón dentro del grado de inversión, por lo que una baja de esta calificación degradaría al país a un grado especulativo. Las otras dos, S&P y Moody's, tienen al Gobierno federal dos grados adentro.
El economista Jorge Chávez Presa recordó que alcanzar el grado de inversión significó para México ser considerado como un país organizado para crecer económicamente, confiable y con capacidad de pago.
Advirtió que perder el grado de inversión implicaría tener que incorporar las tasas de interés con una prima de riesgo, lo que generaría un incremento, más cautela en los inversionistas, y una reducción en los proyectos que llegarían a México.
"Si suben las tasas de interés, significaría que el Gobierno va a pagar más intereses por la deuda que tiene interna y externa, y eso va a reducir el espacio fiscal para financiar y cubrir con el presupuesto o con los ingresos que quedan, menos que se endeuden más", consideró.
"Va a haber menos presupuesto en medicinas, porque va a tener que pagar más intereses y, especialmente, hay el compromiso de reducir el déficit", señaló.
Victor Manuel Herrera, presidente del Comité de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), dijo que un primer efecto de perder el grado de inversión es el encarecimiento del financiamiento, con altas tasas de interés.
"Para todos los mexicanos, Gobierno, empresas y trabajadores, tener o no el grado de inversión es la diferencia entre tener créditos a tasa fija a plazos de 30 años y créditos con tasa variable, como era en los años 80 y 90". Consideró que el elevado déficit del Gobierno —mayor gasto que ingreso— ya no es compatible con la calificación que tiene la deuda soberana gubernamental.
Desde 2018 a la fecha, el déficit público pasó de 2.1% a 5.9% en la actualidad y, aunque Hacienda señala que lo bajará a 3% en 2025, muchos dudan de la meta.
"Si recortaran toda la inversión pública, no les alcanzaría para bajar el déficit a 3%. Tendrían que hacer recortes en el gasto corriente o en programas sociales", comentó Luis de La Calle Pardo, exfuncionario de la Secretaría de Economía.
Otro elemento que impactaría en el grado de inversión es el paquete de reformas al Poder Judicial y la desaparición de organismos autónomos.
Mariana Campos, directora de México Evalúa, coincidió en que la erosión de la calificación soberana impactaría el costo del endeudamiento y las inversiones.
Recorta el Banxico previsiones del PIB.
Debido a que la economía nacional atraviesa por un periodo de marcada debilidad, el Banco de México (Banxico) recortó su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año de 2.4% a 1.5%.
"En el segundo trimestre del año, el PIB exhibió un bajo crecimiento, de modo que prevaleció la marcada desaceleración que la actividad económica nacional ha mostrado desde el último trimestre de 2023", indicó ayer Banxico en su Informe Trimestral de abril-junio de 2024.
El bajo dinamismo de la actividad económica fue relativamente generalizado en los tres grandes sectores de la economía. La actividad industrial mostró atonía, precisó Banxico, mientras que dentro de la producción manufacturera se mantuvo débil, lo cual está relacionado con un desempeño desfavorable en el ramo fabril de Estados Unidos.
El sector agropecuario enfrentó fuertes adversidades por las condiciones climatológicas, al igual que las actividades terciarias (o de servicios), las cuales mostraron una desaceleración respecto al ritmo que presentaron el año pasado.
La Gobernadora del banco central, Victoria Rodríguez, precisó que la revisión a la baja en el estimado de crecimiento se dio ante una desaceleración en el rubro de la construcción nacional (debido a un menor impulso en las obras de infraestructura pública) y por una pérdida de dinamismo en el sector servicios en los últimos trimestres.
"A lo largo del horizonte, estamos manteniendo la expectativa de que el crecimiento esté apoyado por el gasto interno", enfatizó la Gobernadora en conferencia de prensa.
Añadió que el consumo privado, tanto de bienes como de servicios, se debilitó en el bimestre abril-mayo de 2024, a la par que también observaron un menor ritmo de crecimiento en las inversiones hacia México.
"El balance de riesgos se encuentra sesgado a la baja. El principal riesgo es que la actividad económica de Estados Unidos crezca menor a lo esperado, en medio de algunas señales que sugieren que pueda perder dinamismo", indicó la Gobernadora. Lo anterior repercute directamente en la economía de México, ya que su sector industrial está altamente integrado al de EU.
En el informe, Banxico indicó también que hizo una reducción del PIB para 2025 de 1.5% a 1.2%.
Respecto a la inflación, el banco central espera una variación anual en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) promedio trimestral de 5.2% en el periodo julio-septiembre, cifra mayor al 4.4% respecto a su informe previo.
Para el último trimestre del año, se revisó al alza su pronóstico desde 4% a 4.4%.