El PRD mantiene su registro en la CDMX: ¿Una luz de esperanza para el Partido de Izquierda?
Resumen:
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), una vez considerado uno de los pilares de la política mexicana, enfrenta una de sus mayores crisis al no alcanzar el porcentaje mínimo de votación a nivel nacional en las recientes elecciones. Sin embargo, el 'sol naciente' encuentra un pequeño rayo de esperanza en la Ciudad de México, donde ha logrado mantener su registro y representación local.
Transcripción:
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), una vez considerado uno de los pilares de la política mexicana, enfrenta una de sus mayores crisis al no alcanzar el porcentaje mínimo de votación a nivel nacional en las recientes elecciones. Sin embargo, el 'sol naciente' encuentra un pequeño rayo de esperanza en la Ciudad de México, donde ha logrado mantener su registro y representación local.
Fundado el 5 de mayo de 1989, el PRD nació de una coalición de fuerzas políticas de izquierda, incluyendo a ex miembros del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Bajo el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas, el PRD emergió como una fuerza relevante en la política mexicana, denunciando fraude electoral en las elecciones de 1988 y abogando por la democratización del país durante las décadas de los 90 y 2000, el partido obtuvo significativas victorias tanto a nivel local como federal, y varios de sus miembros ocuparon puestos clave en el gobierno.
Las elecciones de 2024 representaron un desafío monumental para el PRD en coalición con el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) bajo la alianza "Va por México", el partido apoyó a Xóchitl Gálvez para la presidencia y a Santiago Taboada para la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Sin embargo, ambos candidatos no lograron el éxito esperado, lo que resultó en la pérdida del registro a nivel nacional.
A pesar de los resultados desfavorables a nivel nacional, logró mantener su registro en la Ciudad de México. Según el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), el partido alcanzó el porcentaje mínimo de votación requerido para conservar su representación local tras los cómputos distritales, se determinó que superó el umbral mínimo del 3% en diputaciones y alcaldías, lo que les permite seguir presentes en el Congreso de la CDMX.
Este logro se basa en el artículo 36 del Código de Instituciones y Procedimientos Electorales de la CDMX, que otorga al IECM la autoridad para cancelar o mantener el registro de los partidos según su desempeño en las elecciones locales.
Mantener su registro en la Ciudad de México es crucial para el PRD, ya que le permite seguir siendo una voz activa en la política local. A pesar de la pérdida del registro a nivel nacional, la representación en el Congreso de la CDMX ofrece una plataforma para influir en las decisiones políticas y seguir promoviendo sus ideales de justicia social y derechos civiles.
Enfrenta un futuro incierto, pero no todo está perdido la capacidad del partido para adaptarse y reconectarse con los votantes en la Ciudad de México podría ser un punto de partida para una posible recuperación. La historia está marcada por su resiliencia y capacidad para sobreponerse a las adversidades, y esta situación podría ser otra prueba de su fortaleza.
A lo largo de su historia, ha sido un defensor de la democratización y los derechos sociales en México. Desde su fundación, ha jugado un rol esencial en la promulgación de reformas electorales y en la lucha por la justicia social aunque su futuro es incierto, el legado perdura en las contribuciones que ha hecho al sistema político mexicano y en la influencia que ha tenido en la vida de millones de ciudadanos.
Fundado el 5 de mayo de 1989, el PRD nació de una coalición de fuerzas políticas de izquierda, incluyendo a ex miembros del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Bajo el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas, el PRD emergió como una fuerza relevante en la política mexicana, denunciando fraude electoral en las elecciones de 1988 y abogando por la democratización del país durante las décadas de los 90 y 2000, el partido obtuvo significativas victorias tanto a nivel local como federal, y varios de sus miembros ocuparon puestos clave en el gobierno.
Las elecciones de 2024 representaron un desafío monumental para el PRD en coalición con el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) bajo la alianza "Va por México", el partido apoyó a Xóchitl Gálvez para la presidencia y a Santiago Taboada para la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Sin embargo, ambos candidatos no lograron el éxito esperado, lo que resultó en la pérdida del registro a nivel nacional.
A pesar de los resultados desfavorables a nivel nacional, logró mantener su registro en la Ciudad de México. Según el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), el partido alcanzó el porcentaje mínimo de votación requerido para conservar su representación local tras los cómputos distritales, se determinó que superó el umbral mínimo del 3% en diputaciones y alcaldías, lo que les permite seguir presentes en el Congreso de la CDMX.
Este logro se basa en el artículo 36 del Código de Instituciones y Procedimientos Electorales de la CDMX, que otorga al IECM la autoridad para cancelar o mantener el registro de los partidos según su desempeño en las elecciones locales.
Mantener su registro en la Ciudad de México es crucial para el PRD, ya que le permite seguir siendo una voz activa en la política local. A pesar de la pérdida del registro a nivel nacional, la representación en el Congreso de la CDMX ofrece una plataforma para influir en las decisiones políticas y seguir promoviendo sus ideales de justicia social y derechos civiles.
Enfrenta un futuro incierto, pero no todo está perdido la capacidad del partido para adaptarse y reconectarse con los votantes en la Ciudad de México podría ser un punto de partida para una posible recuperación. La historia está marcada por su resiliencia y capacidad para sobreponerse a las adversidades, y esta situación podría ser otra prueba de su fortaleza.
A lo largo de su historia, ha sido un defensor de la democratización y los derechos sociales en México. Desde su fundación, ha jugado un rol esencial en la promulgación de reformas electorales y en la lucha por la justicia social aunque su futuro es incierto, el legado perdura en las contribuciones que ha hecho al sistema político mexicano y en la influencia que ha tenido en la vida de millones de ciudadanos.