Resumen:
La intención de la visita del gabinete de seguridad a Culiacán, según el plan oficial, es enviar un mensaje a la ciudadanía de que la presencia federal será mucho mayor.
Transcripción:
La intención de la visita del gabinete de seguridad a Culiacán, según el plan oficial, es enviar un mensaje a la ciudadanía de que la presencia federal será mucho mayor.
Aunque hasta ahora el despliegue militar no ha tenido mayor efecto que el del apantallamiento, se tiene contemplado el posicionamiento de efectivos de Fuerzas Especiales, quienes tienen una mayor capacitación, armamento más sofisticado y están vinculados a labores de inteligencia.
Al menos esa es la intención del gobierno de Claudia Sheinbaum. Sin embargo, habrá que hacer una labor mucho más fina, no sólo para disuadir y generar confianza, sino para evitar los enfrentamientos que causan zozobra y daño entre la población. Da la impresión de que no están bien afinadas todas las cuerdas entre el gobierno de Claudia Sheinbaum y el Poder Legislativo de mayoría morenista.
Por ejemplo, en Palacio Nacional provocó sorpresa el recibimiento y el trato cordial a la ministra presidenta Norma Piña, que inclusive hizo pensar que se abría una ventana de diálogo con la Suprema Corte. Ante tal acercamiento, la propia Claudia Sheinbaum aseguró que se había enterado por las redes sociales de ese encuentro y advirtió que ella no recibirá a representantes del Poder Judicial. Lo que procede, dijo, es avanzar en la aplicación de la reforma judicial, como para que nadie albergue falsas esperanzas.
En el nuevo gobierno federal se están moviendo para tratar de enviar todo tipo de señales de confianza a la iniciativa privada. Desde la propia presidenta de la República hasta varios secretarios de Estado van a intensificar los encuentros privados y públicos con empresarios. ¿El objetivo? Tratar de concretar acuerdos de inversiones, o al menos, ése es el plan.
Y ahora el incendio de la violencia volvió a prender en Tabasco a tan sólo diez días de que comenzó a gobernar el morenista Javier May. Principalmente en Villahermosa, pero también en poblaciones cercanas, se registraron balaceras a lo largo del día, además de que fueron incendiados comercios y vehículos, sin que las autoridades estatales pudieran controlar la psicosis de los habitantes.
De hecho, hasta una patrulla estatal fue baleada y dos policías resultaron heridos.
Ajuste de cuentas entre bandas criminales, reacción a los operativos del gobierno o simplemente terrorismo criminal, el gobierno tabasqueño no ha logrado explicar qué es lo que está pasando en su territorio... y mucho menos controlarlo. En estos días, Tabasco no es un edén.