Resumen:
La SCJN atraviesa un momento complicado en el que están aflorando agravios recientes y añejos entre los ministros y ministras que buscan fortalecer su posición ante el inicio, en septiembre, de una reforma que pretende un cambio de fondo, no visto en generaciones, en el Poder Judicial.
Transcripción:
La SCJN atraviesa un momento complicado en el que están aflorando agravios recientes y añejos entre los ministros y ministras que buscan fortalecer su posición ante el inicio, en septiembre, de una reforma que pretende un cambio de fondo, no visto en generaciones, en el Poder Judicial.
Lo único claro hasta ahora es que se creará un nuevo poder y que los protagonistas de hoy, comenzando por los propios ministros, tendrán que dar un paso de lado para salir del escenario.
No ayuda en nada al debate que alguna ministra salte para pedir la renuncia de una colega y muchos menos que el presidente le corrija la plana diciendo, ya desde ahora, que se vale y que no se vale en ese poder.
El Poder Judicial tiene que cambiar, lo que no significa perder el rumbo, quedar a la deriva, sino elegir una mejor ruta para llegar a puerto seguro.
Burundanga azul
Songo le dio a Borondongo. Borondongo le pegó a Bernabé. Bernabé le pegó a Fuchilanga y así es como la situación en el PAN se parece cada vez más al clásico de Celia Cruz.
Y es que prominentes panistas confunden el análisis de la derrota del dos de junio con el ajuste de cuentas, aunque sea por asuntos postergados largos años, como ese de que Felipe Calderón explique por qué nombró a García Luna. ¿Deveras?
Los epítetos son ineludibles cuando los ánimos están por los suelos, pero el análisis tiene que ir mucho más allá de las recriminaciones y abordar temas de fondo como el estancamiento de la militancia del PAN y el cese del trabajo de campo que simplemente se abandonó.
Si los dirigentes se quieren decir sus verdades ante cámaras y micrófonos allá ellos, pero si se quedan en eso que se acostumbren a las derrotas.
Dos horas con Marcelo
Según versiones periodísticas la doctora Sheinbaum y el propuesto secretario de Economía, Marcelo Ebrard, sostuvieron un acuerdo que duró dos horas, por lo que les dio tiempo de platicar de todo.
Desde el desarrollo de los llamados Polos del Bienestar hasta el escenario de la negociación del T- MEC ante un cada vez más posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Se dirá que es una negociación económica, pero tiene un ingrediente político enorme por la aparición de un jugador de grandes ligar que puede hacer la diferencia, China, que tiene desde hace rato la mirada puesta en México y que Estados Unidos ve como el rival a vencer.
El papel de las empresas chinas en México, en particular las dedicadas a la industria automotriz, será crucial en la renegociación del tratado.
Las fuerzas básicas
Hay que seguirle la pista al nuevo programa social anunciado por la doctora Sheinbaum, denominado "Las y los jóvenes unen a México", que pinta para ser uno de los más relevantes del gobierno que arranca en octubre.
Lo es porque sus objetivos son muy ambiciosos. Busca arrancarles a los jóvenes a las bandas del crimen organizado, que la delincuencia se quede sin fuerzas básicas.
Lo que dijo Claudia fue que nunca ningún joven tenga que optar por una vida violenta, que no tenga la tentación de acercarse a un grupo delictivo. Que los jóvenes se queden de nuestro lado y que den el paso al abismo de sumarse a la delincuencia por un espejismo monetario.