Encaran con marcha al narco en Chiapas
Resumen:
- Miles de pobladores de Chiapas afectados por la violencia exigieron ayer la expulsión de los cárteles del crimen organizado de sus territorios para frenar los desplazamientos y asesinatos.
Transcripción:
- Miles de pobladores de Chiapas afectados por la violencia exigieron ayer la expulsión de los cárteles del crimen organizado de sus territorios para frenar los desplazamientos y asesinatos.
A dos semanas del crimen del sacerdote Marcelo Pérez, sacerdotes y familias de víctimas encabezaron una peregrinación en la que exigieron paz para Chiapas y justicia para el cura.
"¡Justicia para el Padre Marcelo! ¡Fuera cárteles! ¡Alto al crimen organizado! ¡Fuera los narcopolíticos! ¡Viva Jtatic Samuel!", gritaron.
Algunos viajaron hasta ocho horas, desde la Selva Lacandona o desde el norte del estado, para participar en la marcha que inició a las 8:00 de la mañana.
Con la garganta desgarrada, gritaban "¡Fuera los grupos criminales!".
Otros prefirieron no hablar de cómo les ha afectado la narcoviolencia.
"La gente aún tiene miedo... sabemos que algunas personas que se desplazaron por la violencia de los criminales han regresado a sus casas, otras prefieren no regresar por el miedo", dijo un poblador de la sierra que prefirió omitir su nombre.
El contingente iba encabezado por varios sacerdotes, entre ellos el obispo de esta ciudad, Rodrigo Aguilar Martínez, quien usó un sombrero de palma para protegerse del sol.
También iba al frente el señor Miguel, padre del sacerdote asesinado el pasado 20 de octubre en esta ciudad. Con sombrero de palma, pantalón corto, camisa de manta, huaraches y un morral, el hombre cargaba un retrato de su hijo con un marco de color negro.
Mujeres sobrevivientes de la masacre de Acteal de 1997 también llevaban la imagen del sacerdote asesinado con las palabras "El grito de la paz merece ser escuchado, justicia para el padre Marcelo Pérez".
"Como sacerdote, nos dejó grandes enseñanzas; una de ellas es perdonar, pero desaprobamos este acto y exigimos justicia", expusieron en un documento integrantes del barrio Cuxtitalí, lugar donde fue asesinado Marcelo Pérez.
Por su parte, el padre José Filiberto, director de la organización Minerva Bello, denunció que uno de los abogados de esa organización, que acompaña el caso del asesinato de Marcelo, fue intimidado.
"Un grupo de personas rodeó al abogado cuando iba a subirse a su vehículo en Tuxtla Gutiérrez, pero al ver al resto de las personas que se acercaron, se fueron", dijo en una conferencia de prensa.
Agregó que la familia del prelado entrará al Mecanismo de Protección para Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, que es una instancia federal que protege a los defensores de derechos humanos.
"Necesitamos que se llegue a los autores materiales e intelectuales. La violencia está desbordada en un estado donde hay corrupción, negación y minimización de los hechos violentos del día a día", dijo el obispo auxiliar, Luis Manuel López Alfaro.
A dos semanas del crimen del sacerdote Marcelo Pérez, sacerdotes y familias de víctimas encabezaron una peregrinación en la que exigieron paz para Chiapas y justicia para el cura.
"¡Justicia para el Padre Marcelo! ¡Fuera cárteles! ¡Alto al crimen organizado! ¡Fuera los narcopolíticos! ¡Viva Jtatic Samuel!", gritaron.
Algunos viajaron hasta ocho horas, desde la Selva Lacandona o desde el norte del estado, para participar en la marcha que inició a las 8:00 de la mañana.
Con la garganta desgarrada, gritaban "¡Fuera los grupos criminales!".
Otros prefirieron no hablar de cómo les ha afectado la narcoviolencia.
"La gente aún tiene miedo... sabemos que algunas personas que se desplazaron por la violencia de los criminales han regresado a sus casas, otras prefieren no regresar por el miedo", dijo un poblador de la sierra que prefirió omitir su nombre.
El contingente iba encabezado por varios sacerdotes, entre ellos el obispo de esta ciudad, Rodrigo Aguilar Martínez, quien usó un sombrero de palma para protegerse del sol.
También iba al frente el señor Miguel, padre del sacerdote asesinado el pasado 20 de octubre en esta ciudad. Con sombrero de palma, pantalón corto, camisa de manta, huaraches y un morral, el hombre cargaba un retrato de su hijo con un marco de color negro.
Mujeres sobrevivientes de la masacre de Acteal de 1997 también llevaban la imagen del sacerdote asesinado con las palabras "El grito de la paz merece ser escuchado, justicia para el padre Marcelo Pérez".
"Como sacerdote, nos dejó grandes enseñanzas; una de ellas es perdonar, pero desaprobamos este acto y exigimos justicia", expusieron en un documento integrantes del barrio Cuxtitalí, lugar donde fue asesinado Marcelo Pérez.
Por su parte, el padre José Filiberto, director de la organización Minerva Bello, denunció que uno de los abogados de esa organización, que acompaña el caso del asesinato de Marcelo, fue intimidado.
"Un grupo de personas rodeó al abogado cuando iba a subirse a su vehículo en Tuxtla Gutiérrez, pero al ver al resto de las personas que se acercaron, se fueron", dijo en una conferencia de prensa.
Agregó que la familia del prelado entrará al Mecanismo de Protección para Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, que es una instancia federal que protege a los defensores de derechos humanos.
"Necesitamos que se llegue a los autores materiales e intelectuales. La violencia está desbordada en un estado donde hay corrupción, negación y minimización de los hechos violentos del día a día", dijo el obispo auxiliar, Luis Manuel López Alfaro.