Capital Político // ¿Con esa baraja jugará Clara?
Resumen:
Por muy paritario que parezca el gabinete de Clara Brugada para la Jefatura de Gobierno, la verdad es que el equipo que presentó ayer es de muy bajo perfil comparado con el reto que le espera en la capital del país.
Transcripción:
Por muy paritario que parezca el gabinete de Clara Brugada para la Jefatura de Gobierno, la verdad es que el equipo que presentó ayer es de muy bajo perfil comparado con el reto que le espera en la capital del país.
Si bien es cierto que habrá más mujeres, también lo es que no tendrán las posiciones más importantes en su administración, como son las secretarías de Gobierno, Movilidad, Finanzas, Educación y Seguridad Pública, por ejemplo.
Quizá porque Claudia Sheinbaum se llevó a sus colaboradores o porque de Palacio le recomendaron cuadros que sólo alcanzan ese nivel, pero los nombres de quienes serán sus colaboradores reflejan mucha pobreza intelectual o son cobros de facturas.
Por ejemplo, en Gobierno estará César Arnulfo Cravioto, cuya cercanía con Martí Batres es más que conocida, pero que jamás se ha distinguido precisamente por su inteligencia. Suertudo SÍ es, pues siempre se acomoda.
Cuestión de recordar que llegó al Senado como suplente de Martí y que, cuando intentó apoderarse de la bancada guinda en la Cámara alta, Ricardo Monreal les dio una paliza a ambos y no los dejó pasar.
Otro puesto clave para un gobierno es la Secretaría de Finanzas, donde a Clarita le enviaron desde Palacio a Juan Pablo de Bottom, subsecretario de Hacienda desde 2022 y cercano a la familia presidencial.
El dinero no lo podrá manejar a sus anchas la jefa de Gobierno si antes no pide, al menos, opinión sobre cómo usar los impuestos de los capitalinos.
Sobre todo porque en Obras estará Raúl Basulto, su constructor consentido de las Utopías en Iztapalapa, que salen carísimas.
Otra área estratégica es la de Movilidad, a donde irá Héctor Ulises García, misma a la que en 2018 Sheinbaum encargó la Central de Abasto de la CDMX, donde corren cantidades exorbitantes de dinero.. claro que en Semovi tampoco están pobres.
Bueno, ni en las secretarías de nueva creación, como Agua, Vivienda o Atención Ciudadana, estarán mujeres, aunque en Morena presuman que es su tiempo. Las llamadas triple A serán ocupadas por hombres.
Más que un gabinete técnico o experimentado, pareciera más enfocado hacia el clientelismo electoral, pues, por ejemplo, en Atención Ciudadana irá Tomás Pliego, expresidente de Morena en la capital y operador en las pasadas elecciones.
Incluso el ya mencionado Héctor Ulises presidió también a los guindas en la ciudad y, para rematar, Sebastián El Sebas Ramirez, su actual presidente, apoyó para Medio Ambiente a Julia Álvarez Icaza, quien es muy cercana.
Sobre Pablo Vázquez para Seguridad Ciudadana, aunque todo el mundo cree que es posición de Omar Hamid García Harfuch, futuro secretario federal de Seguridad, en realidad su ratificación se dio en muy buenos términos.
Dicen que Pablo y Clarita tejieron una buena relación cuando él era subsecretario de la SSC y ella alcaldesa de Iztapalapa. Y que incluso se llevan bien porque, a pesar de que es egresado del ITAM, el funcionario es más de izquierda que el propio García Harfuch.
Aún faltan nombramientos, el juego no acaba.
CENTAVITOS
Llama la atención que, mientras desaparecen institutos, en la 4T crean nuevas secretarías -federales y locales- que recuerdan la época dorada del PRI, que cada sexenio creaba dependencias para repartir puestos a los cuates. Pero en los 80 se decidió desaparecer algunas o fusionarlas debido a la carga excesiva que representaban las burocracias para las finanzas públicas. Pareciera que el nuevo gobierno quiere regresar a esas añejas prácticas.
Si bien es cierto que habrá más mujeres, también lo es que no tendrán las posiciones más importantes en su administración, como son las secretarías de Gobierno, Movilidad, Finanzas, Educación y Seguridad Pública, por ejemplo.
Quizá porque Claudia Sheinbaum se llevó a sus colaboradores o porque de Palacio le recomendaron cuadros que sólo alcanzan ese nivel, pero los nombres de quienes serán sus colaboradores reflejan mucha pobreza intelectual o son cobros de facturas.
Por ejemplo, en Gobierno estará César Arnulfo Cravioto, cuya cercanía con Martí Batres es más que conocida, pero que jamás se ha distinguido precisamente por su inteligencia. Suertudo SÍ es, pues siempre se acomoda.
Cuestión de recordar que llegó al Senado como suplente de Martí y que, cuando intentó apoderarse de la bancada guinda en la Cámara alta, Ricardo Monreal les dio una paliza a ambos y no los dejó pasar.
Otro puesto clave para un gobierno es la Secretaría de Finanzas, donde a Clarita le enviaron desde Palacio a Juan Pablo de Bottom, subsecretario de Hacienda desde 2022 y cercano a la familia presidencial.
El dinero no lo podrá manejar a sus anchas la jefa de Gobierno si antes no pide, al menos, opinión sobre cómo usar los impuestos de los capitalinos.
Sobre todo porque en Obras estará Raúl Basulto, su constructor consentido de las Utopías en Iztapalapa, que salen carísimas.
Otra área estratégica es la de Movilidad, a donde irá Héctor Ulises García, misma a la que en 2018 Sheinbaum encargó la Central de Abasto de la CDMX, donde corren cantidades exorbitantes de dinero.. claro que en Semovi tampoco están pobres.
Bueno, ni en las secretarías de nueva creación, como Agua, Vivienda o Atención Ciudadana, estarán mujeres, aunque en Morena presuman que es su tiempo. Las llamadas triple A serán ocupadas por hombres.
Más que un gabinete técnico o experimentado, pareciera más enfocado hacia el clientelismo electoral, pues, por ejemplo, en Atención Ciudadana irá Tomás Pliego, expresidente de Morena en la capital y operador en las pasadas elecciones.
Incluso el ya mencionado Héctor Ulises presidió también a los guindas en la ciudad y, para rematar, Sebastián El Sebas Ramirez, su actual presidente, apoyó para Medio Ambiente a Julia Álvarez Icaza, quien es muy cercana.
Sobre Pablo Vázquez para Seguridad Ciudadana, aunque todo el mundo cree que es posición de Omar Hamid García Harfuch, futuro secretario federal de Seguridad, en realidad su ratificación se dio en muy buenos términos.
Dicen que Pablo y Clarita tejieron una buena relación cuando él era subsecretario de la SSC y ella alcaldesa de Iztapalapa. Y que incluso se llevan bien porque, a pesar de que es egresado del ITAM, el funcionario es más de izquierda que el propio García Harfuch.
Aún faltan nombramientos, el juego no acaba.
CENTAVITOS
Llama la atención que, mientras desaparecen institutos, en la 4T crean nuevas secretarías -federales y locales- que recuerdan la época dorada del PRI, que cada sexenio creaba dependencias para repartir puestos a los cuates. Pero en los 80 se decidió desaparecer algunas o fusionarlas debido a la carga excesiva que representaban las burocracias para las finanzas públicas. Pareciera que el nuevo gobierno quiere regresar a esas añejas prácticas.