Transcripción:
Ante un mar de dudas y pocas certezas, la desaparición de los estudiantes normalistas se convierte en crimen de Estado, prueba de la colusión entre autoridades y el crimen organizado. Será tarea de la administración de Claudia Sheinbaum esclarecerlo y hacer justicia.
Pasaron ya 10 años, dos sexenios y una alternancia, y el crimen de Estado que marcó a una generación, la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, continúa en la impunidad.
A los autores materiales e intelectuales de la desaparición forzada de los alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos se suman funcionarios que tergiversaron los hechos, manipularon pruebas y fueron omisos a sus obligaciones.
El crimen fue del Estado y también la responsabilidad de no esclarecer los hechos y el paradero de los normalistas. Debido a esta situación y a 10 años de distancia, hay más dudas que respuestas.
Con el cambio de Gobierno en puerta, se pasará la estafeta de las investigaciones a Claudia Sheinbaum y también la responsabilidad de un caso que hoy en día continúa siendo una herida abierta.
Mientras la administración actual abrió la puerta del diálogo y comenzó a limpiar todas las fallas de las investigaciones previas, el grito de justicia y la búsqueda de la verdad de los familiares de los estudiantes desaparecidos se hizo más fuerte.
Hoy, a 10 años de distancia, la exigencia es por la verdad, la justicia y el no olvido.
Poco o nada ha cambiado.
Para Manuel Vázquez, mejor conocido como Omar García, sobreviviente de Ayotzinapa, poco ha cambiado desde aquella noche en Iguala. Es más, sostiene que lo ocurrido en contra de los normalistas demostró cómo el aparato gubernamental está coludido con el crimen organizado.
En entrevista con Reporte Índigo, el ahora diputado federal por Morena detalla que la próxima administración comandada por Claudia Sheinbaum tendrá la tarea de sanar esta herida que se abrió en septiembre de 2014 y que dos administraciones no han podido cerrar.
García acusa al extitular de las Fuerzas Armadas, Salvador Cienfuegos, de ocultar evidencias y ordenar a mandos del Ejército mexicano atacar a los estudiantes de la Normal Rural.
"Tenemos que eliminar todos los malos hábitos de las fiscalías para llegar a la verdad. De nada sirve la voluntad de un presidente si los mandos medios que participaron en la construcción de la 'verdad histórica' siguen impunes", dijo Omar García.
De acuerdo con el legislador de Morena, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador hizo todo lo posible para llegar a la verdad; sin embargo, precisó, la corrupción en las fiscalías es tal que ha frenado cualquier avance.
"Nos queda un sabor muy agridulce porque no se ha llegado a los responsables; por eso seguimos en lucha todos los días", dijo García, quien agregó que las secuelas que tienen desde esa noche son físicas, emocionales y psicológicas.
El cierre de AMLO
Con la mira puesta siempre en el caso, el presidente Andrés Manuel López Obrador se despide de su sexenio aceptando que la resolución del caso Ayotzinapa será su más grande pendiente e intentando limpiar la versión de que el Ejército estuvo detrás de la desaparición de los normalistas.
"Por intereses políticos ajenos a la investigación, tanto del país como del extranjero, empezó a manejarse la versión de parte de los 'defensores' de las madres y padres de los estudiantes que los responsables de la desaparición de los jóvenes habían sido miembros del Ejército.
"Aparecen involucrados militares, (pero) estaríamos hablando de posibles delitos de vinculación con la delincuencia organizada, o porque esa noche salieron soldados del batallón que fueron a la comandancia (en Iguala), que fueron a un hospital, aunque no participaron en la detención ni en la desaparición de los jóvenes, SÍ pueden resultar responsables por el delito de omisión, al no haber actuado para evitar los actos de violencia contra los jóvenes", dijo.
Finalmente, el político tabasqueño pasó oficialmente la estafeta del caso a Claudia Sheinbaum.
"Me voy con la tranquilidad de que la próxima Presidenta, el próximo Gobierno va a darle continuidad y va a seguir actuando con rectitud y va a seguir haciendo justicia".
Durante la gestión del político tabasqueño se han procesado a 151 personas por el crimen, incluyendo un elemento de la Marina y 16 militares, de los que dos son generales.
El reto para Claudia
A tan solo cinco días de que tome posesión como presidenta, los pendientes urgentes para Claudia Sheinbaum se acumulan, también las expectativas de su gestión.
Ayer, un grupo de 350 artistas, académicos y activistas exigieron a Sheinbaum su compromiso para asegurar que los responsables, civiles o militares, sean llevados ante la justicia.
"Hay que restablecer las investigaciones con una fiscalía consensuada con las madres y padres de los 43 y los organismos defensores de derechos humanos que los acompañan, para retomar las pesquisas interrumpidas tras la renuncia del fiscal Omar Gómez Trejo.
"Retomar el proceso de Ayotzinapa como una cuestión de Estado, indispensable para la democracia, el Estado de derecho, el combate a la impunidad y, en particular, para la memoria, la verdad y la justicia", exigieron.
A la par, los padres de los normalistas confiaron en que en la nueva administración habrá un diálogo más fluido y una nueva ruta y metodología en la investigación.
"No tenemos otra ruta, no tenemos otra alternativa; tiene que ser el Gobierno, tienen que ser las instituciones del país quienes den verdad y justicia", dijo al respecto el abogado que representa a las familias, Vidulfo Rosales.
Con el cambio de Gobierno en puerta, se pasará la estafeta de las investigaciones a Claudia Sheinbaum y también la responsabilidad de un caso que hoy en día continúa siendo una herida abierta.