Resumen:
Con la confianza que le ha dado el ocupar el primer lugar en las preferencias electorales desde el principio de su campaña, Clara Brugada, candidata a la Jefatura de Gobierno por la coalición Seguimos Haciendo Historia, ya comienza a pensar en las acciones a implementar dentro de su Gobierno y a visualizar la CDMX que desea construir.
Transcripción:
Con la confianza que le ha dado el ocupar el primer lugar en las preferencias electorales desde el principio de su campaña, Clara Brugada, candidata a la Jefatura de Gobierno por la coalición Seguimos Haciendo Historia, ya comienza a pensar en las acciones a implementar dentro de su Gobierno y a visualizar la CDMX que desea construir.
Con la voz ronca por haber realizado más de 209 actos públicos, la morenista insiste en vislumbrar una victoria contundente para su partido y aliados, incluso, por más que las encuestas reflejan una Ciudad que podría estar dividida.
Después de aliviar la aspereza en su garganta con un concentrado de jengibre caliente, asegura que su experiencia como legisladora y de convencimiento le dará las herramientas para hablarle a los capitalinos que, después de tres meses de campaña, aún dudan del proyecto que representa.
"Una vez que acaben las elecciones este 2 de junio, empieza la reconciliación en la Ciudad, tengo experiencia en el trato político con la Oposición, tengo experiencia parlamentaria que significa estar siempre platicando con los otros, quiero construir una gobernanza democrática y eso implica relacionarnos democráticamente y trabajar con todo el conjunto de actores políticos", apunta.
A pesar de lo que ella llama guerra sucia: la supuesta corrupción alrededor de su casa, las cuentas sin comprobar en paraísos fiscales y la existencia de corrupción durante su Administración en Iztapalapa; recalca que durante su Gobierno no habrá división política.
"Vamos a gobernar para todas y para todos, no para unos cuantos, no sólo para los que voten por mí, porque justamente esa es la responsabilidad cuando uno es Gobierno; aquí no va a haber polarización y no vamos a enfrentarnos, al contrario, empieza un proceso de reconciliación, porque yo no quiero una Ciudad dividida por muros invisibles", resalta.
Para Brugada, los 90 días de campaña fueron insuficientes, quedaron atoradas en la agenda varias reuniones y visitas, las cuales se ha comprometido a reponer una vez que llegue al despacho en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento; sin embargo, se dice satisfecha de su papel.
"Uno no deja de aprender cada vez que hay una campaña, en el camino hubo quizás situaciones que se pudieron prever con mayor anticipación, pero en general estoy satisfecha con la respuesta de la gente; esta campaña se hizo de manera colectiva y yo me siento muy contenta, porque estamos cerrando unidos, porque pudimos conquistar a muchos grupos que estaban indecisos", subraya.
Durante su recorrido por las 16 alcaldías, la constante siempre fue el discurso férreo sobre la importancia de la continuidad, discurso que sufrió leves modificaciones a través de la campaña, pero que repitió siempre con tono melódico entre gritos y porras.
Apunta que fue suficiente para atraer a jóvenes y empresarios, a campesinos y sindicalistas, a opositores y al voto duro de Morena. Su candidatura refleja justamente esa unión que tanto vociferaba el partidismo, y que ahora se enfrentará al reto de las urnas.
A días de la elección, la morenista ya empieza a maquinar su próximo Gobierno, cuáles serán las prioridades, quiénes serán los actores, qué hacer ante las problemáticas; pero, sobre todo, a reunir las fuerzas necesarias para liderar.