Moretón al Verde en Sonora y San Luis Potosí


Resumen:

Sofia Garcia/

Transcripción:

Sofia Garcia/

Vaya revuelo el que ocasionó la candidata al Senado por Sonora, Lizbeth Gutiérrez, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), al denunciar violencia política de género dentro de su propio partido, por lo que decidió sumarse a la campaña del exgobernador de ese estado, el priista Manlio Fabio Beltrones, quien contiende para el mismo cargo en la Cámara alta.

Sonora no es el único estado en donde el Verde vive una crisis, en San Luis Potosí, la situación es igualmente turbulenta. El gobernador Ricardo Gallardo, también del PVEM, ha sido acusado de violar leyes electorales al apoyar a su esposa, Ruth González, candidata al Senado, incluso durante la veda electoral.

Los enfrentamientos entre el PVEM y su aliado Morena en SLP han escalado hasta los golpes, con la militancia estatal del partido guinda. El clima político en esa entidad se ha vuelto tan tenso que los candidatos y dirigentes de Movimiento Ciudadano locales han denunciado agresiones e intimidaciones por parte del Verde. La Coordinación estatal del partido naranja ha exigido una reunión urgente con Ricardo Gallardo a una semana de que terminen las campañas electorales.

La situación en ambos estados refleja la profunda crisis que enfrenta el PVEM, con denuncias internas y conflictos abiertos que podrían costarle caro en las urnas. La violencia política y las tácticas cuestionables no sólo dañan la imagen del Verde, que se ha dedicado a vivir de las alianzas de los partidos en el gobierno.

¿Dónde quedó la sororidad?

Durante el debate chilango por la alcaldía de Azcapotzalco tuvimos como escenario principal un acto de violencia política de género, que se produjo de mujer a mujer.

Luisa Alpízar, candidata de Movimiento Ciudadano (MC), arremetió contra Margarita Saldaña, abanderada de la coalición Va X la Ciudad de México, descalificándola por su edad y sugiriendo que "ya deberías jubilarte, qué no te quieren en tu casa".

Este ataque, especialmente irónico, hablaba de la incongruencia de Alpízar, quien había insistido en defender a las mujeres durante el debate. Sin embargo, sus palabras demostraron lo contrario, perpetuando un tipo de violencia que no sólo deslegitima su propia campaña, sino que también socava los esfuerzos por crear un entorno político más inclusivo y respetuoso.

Es preocupante ver cómo la violencia de género se infiltra incluso en las campañas de mujeres que deberían ser aliadas en la lucha por la equidad.

Los cuestionamientos y críticas a un gobierno son más que válidas, pero desacreditar a una mujer por su edad habla muy mal de quien aspira a un cargo de representación popular, ¿cómo se habrán sentido las vecinas de Azcapotzalco de 60 y más con las agresiones de la candidata naranja?

Nos vemos a las 8 por el 8.

POR SOFÍA GARCÍA

COLABORADORA

@SOFIGARCIAMX