Transcripción:
LAS PRESIONES sobre gobernadores para que influyan en los legisladores de sus estados para aprobar la reforma de la Guardia Nacional han ido creciendo.
Obvio, las presiones son en aquellas entidades donde no gobierna Morena, como Chihuahua.
Aguascalientes, Nuevo León, Querétaro, Coahuila, Jalisco y Guanajuato. Por lo pronto, el gobernador de Durango, Esteban Villegas, ya dijo que si él fuera legislador votaría a favor de pasar la Guardia Nacional al Ejército, y su voz influye en el priismo como para que algún senador tricolor le haga caso.
Aunque pueden dar casi por seguro que tienen la mayoría calificada con la incorporación de Miguel Ángel Yunes Márquez, los morenistas no quieren confiarse.
A dos días de que se cumplan 10 años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, los ánimos entre los familiares de las víctimas y el Gobierno federal están muy caldeados.
El fin de semana, un contingente de estudiantes de la Normal guerrerense y familiares de los desaparecidos atacaron el cuartel del Ejército, el lugar donde más podrían saber sobre la llamada Noche de Iguala, pero que no han ayudado a esclarecer lo que pasó aquel 26 de septiembre.
Ya arribaron a la CDMX en varios camiones los contingentes estudiantiles y, para pronto, atacaron el inmueble de la Secretaría de Gobernación. Los familiares de los estudiantes, si bien fueron recibidos varias veces en Palacio Nacional, no quedaron convencidos de las indagatorias en la administración saliente. Y luego de observar cómo le fue al ex subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, con el Ejército, pues incluso lo sentaron a juicio, lucen más que decepcionados. A unos días del aniversario, las cosas están peor que cuando empezó el sexenio. Ni fue resuelta ni esclarecida la desaparición, y menos se castigó a los responsables. Quedará como un pendiente muy complicado para la nueva Presidenta.
¡Ja, caray! ¿Cómo entender la declaración de ayer de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, de que el fiscal Alejandro Gertz Manero permanecerá en su cargo? Si bien ha dicho que pretende hacer sus reuniones de seguridad no sólo con los miembros de su gabinete, sino también con el Fiscal, es claro que el titular de la Fiscalía General de la República no depende de la Presidencia. Formalmente, su periodo concluye hasta 2028, y sólo puede ser removido antes de concluir su encomienda por el Senado, que fue quien lo nombró.
El asunto no es menor, pues si la Fiscalía será integrada en las reuniones diarias de seguridad, deberá ser muy clara en la autonomía de sus decisiones. Es previsible que tenga una mayor exigencia de trabajo.
Vamos a ver si al propio Gertz Manero se le ve más activo, pues a veces no parece tener el menor reparo en comportarse como uno más de la familia morenista.