Periscopio // Cinco años más, con la misma Piédra


Resumen:

En la gestión de la titular de la CNDH, señalan, imperan el amiguismo, negligencia, corrupción, despilfarro y desvío de recursos

A seguir viviendo por cinco años más se enfila Rosario Piedra Ibarra, quien promueve su reelección como presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Transcripción:

En la gestión de la titular de la CNDH, señalan, imperan el amiguismo, negligencia, corrupción, despilfarro y desvío de recursos

A seguir viviendo por cinco años más se enfila Rosario Piedra Ibarra, quien promueve su reelección como presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

El martes, las comisiones de Derechos Humanos y de Justicia del Senado aprobaron la convocatoria para la elección del titular del organismo, dejando expresa la posibilidad de que la actual ombudsperson repita para un nuevo periodo. De inmediato, morenistas en esa Cámara dieron el visto bueno a la reelección de Piedra, como los senadores Javier Corral y doña Lucía Trasviña, conocida por esa finura léxica que sonrojaría a la mismísima Márgara Francisca.

Reelección que le permitirá a Piedra seguir cobrando un sueldito base de 30 mil 25 pesos, más compensación garantizada de 121 mil 240 pesotes, un total de 151 mil 266 del águila. Súmele prima vacacional de 53 mil 76 pesos y otros 286 mil 610 de aguinaldo que no lo tiene ni Biden.

Salario austero y republicano ganado a punta de cerrar los ojos, boca y oídos ante los reclamos de las madres buscadoras, los padres de niños con cáncer, los enfermos sin medicamentos, los periodistas agredidos, los desplazados del crimen organizado en Chiapas y otras entidades del país, los que alertan sobre la militarización…

Y como no es fácil la chamba de alcahueta de los intereses del régimen, a Piedra Ibarra le dio por “subrogar” las funciones de la presidencia de la CNDH, según acusan trabajadores y extrabajadores.

En una carta dirigida a la presidenta Claudia Sheinbaum, los quejosos, representados legalmente por Jesús González Schmal (obradorista de muchos años), acusan a Piedra de ser una ombudsperson “ausente”, y dejar la Comisión a cargo de Francisco Estrada, su secretario Ejecutivo. En la gestión de Piedra, señalan, imperan el amiguismo, negligencia, corrupción, despilfarro y desvío de recursos. Como ejemplo, dicen que, del presupuesto anual de mil 798 millones de pesos, 81% es pago de servicios personales.

También mencionan que Piedra entregó altos cargos a personas sin preparación adecuada: el Segundo Visitador General era “tornero en un taller mecánico” antes de llegar a la CNDH; y la directora de Recursos Humanos, “con prepa terminada y de oficio regular cocinera”, entre otros casos. De paso, subrayan que con Piedra “se privilegia la mediocridad y la simulación”.

¿Lograrán evitar su reelección? Al contrario, pues esas referencias son la mejor carta de recomendación y la muestra de que doña Piedra cumple de sobra con el perfil que la cuatroté y pisos anexos requieren para la ombudsperson del Bienestar.

Lo dijo ya el obradorista González Schmal: “Me da la sospecha de que la quieren como mil usos, a modo para estar cobijando o avalando las decisiones de la Presidencia de la República”.

EN EL VISOR: Suman a la fecha 56 suspensiones de jueces a la Reforma Judicial, y ninguna ha sido acatada. Es más, el presidente de la Jucopo de San Lázaro, Ricardo Monreal, instruye al INE, presidido por Guadalupe Taddei, a no tomarlas en cuenta. Golpe, ni tan blando.

¿Lograrán evitar su reelección? Al contrario