Confidente Emeequis // Alessandra Rojo de la Vega y sus dos victorias


Resumen:

La alcaldía Cuauhtémoc es una de las joyas de la corona y por eso Morena no ceja en su empeño de tratar de descarrilar el triunfo de Alessandra Rojo de la Vega.

Hasta ahora no lo han conseguido, pero lo van a seguir intentado.

Transcripción:

La alcaldía Cuauhtémoc es una de las joyas de la corona y por eso Morena no ceja en su empeño de tratar de descarrilar el triunfo de Alessandra Rojo de la Vega.

Hasta ahora no lo han conseguido, pero lo van a seguir intentado.

Por lo pronto, la orden de un recuento total de los paquetes electorales quedó en suspenso, hasta que el Tribunal Electoral de la Ciudad de México emita un nuevo pronunciamiento que esté debidamente fundado, porque el primero no lo estuvo.

Es lo que le ordenó la Sala Regional del TEPJF.

Pero mientras esto se resuelve, conviene tener presente que los recuentos no suelen cambiar el resultado.

Por lo pronto, no hay indicios de que existan irregularidades mayores en la jornada de votación. Es decir, lo que definieron los ciudadanos está ahí, en las boletas, y más allá de errores comunes en las sumas o en el registro de las actas, no hubo una operación fraudulenta y mucho menos orquestada por la oposición.

De ahí que Morena lo que alega es que no se atendieron sus solicitudes de abrir los paquetes cuando se realizó el cómputo distrital.

De la Vega obtuvo 156 mil 436 sufragios, mientras que Catalina Monreal alcanzó 145 mil 014 apoyos ciudadanos. 46.3% y 42.9%.

La diferencia no es espectacular, pero si suficiente para que no haya sorpresas.

En el caso de que se tuviera que realizar un recuento, ya que todavía no se agotan las instancias respectivas, hay que confiar en los funcionarios del Instituto Electoral de la Ciudad de México, ya que llevan años haciendo el trabajo y están comprometidos con la democracia.

Ellos no van a convalidar una trampa, y mucho menos el trucar los resultados.

Es un error caer en la narrativa de Morena contra las instituciones electorales, ya que estás funcionan y han permitido las alternancias en las alcaldías, cuando el voto ciudadano así lo ha determinado.

De la Vega está haciendo una defensa política de la situación, pero conviene que el área jurídica de la alianza Va X la Ciudad de México no deje de hacer lo que le corresponde a nivel técnico.

En 2018, el TEPJF ordenó un recuento total de los paquetes de la elección en Puebla, ya que había diversas inconsistencias en el llenado de las actas.

Se trató de darle certeza a los poblanos de que su voto se contaría y bien.

La historia es conocida, Martha Érika Alonso, postulada por el PAN, ganó la contienda y esto lo confirmó el recuento total de los paquetes.

Inclusive, ello fue determinante para confirmar la validez de la elección, y desechar la petición de nulidad, que realizó Luis Miguel Barbosa, ya que tampoco se advirtió que existieran conductas generalizadas que trucaran la voluntad popular.

En 2021, Movimiento Ciudadano también solicitó el recuento total respecto a los resultados en Campeche.

La diferencia entre Layda Sansores y Eliseo Montufar fue de apenas un 1.40% y los votos nulos mayores a ese rango.

La abanderada de Morena obtuvo 139 mil 883 sufragios, y el de MC 133 mil 899.

Lo interesante es que el recuento de arrojó mil 769 votos más para Sansores y mil 285 más para Montufar.

Esto es, no cambió nada, porque el problema no suele estar en las casillas, y en todo caso tiene que ver con otro tipo de irregularidades, como la utilización de programas sociales o de recursos indebidos.

En la Cuauhtémoc ocurriría algo similar, y el voto por voto, casilla por casilla, ratificaría lo que ya sabemos.

De la Vega será la alcaldesa, pero más vale desmontar cada una de las objeciones y denuncias, para evitar que Morena esté presionado a lo largo de los próximos tres años.

Para nada se trata de que en la alianza Va X la Ciudad de México se confíen, sino que actúen a partir de los datos con que cuentan y cuiden todo el proceso para que no les arrebaten en la mesa lo que lograron en las urnas.

Por lo pronto, no hay indicios de que existan irregularidades mayores en la jornada de votación. Es decir, lo que definieron los ciudadanos está ahí, en las boletas, y más allá de errores comunes en las sumas o en el registro de las actas, no hubo una operación fraudulenta y mucho menos orquestada por la oposición.