Capital Político // Alito le falló a Ernestina


Resumen:

Capital político Adrián Rueda jadrian02@yahoo.es

Transcripción:

Esa traición de Alejandro Moreno puso en jaque a sus dirigentes locales.

Cuando Morena intentó reelegir en enero pasado a Ernestina Godoy como fiscal general de la Ciudad de México hubo negociaciones con Alejandro Alito Moreno para que el PRI le sumara los votos que le faltaban.

Y es que la 4T no reunía en Donceles los 44 diputados necesarios para lograr la mayoría calificada; le faltaban tres y le echaron ojo a los tricolores. Alito dio su anuencia, a condición de que lo recibiera Claudia Sheinbaum, entonces jefa de Gobierno.


Tras recibir la petición, la gobernante consultó en Palacio Nacional, donde le dieron la orden de no tratar nada con el campechano, a quien no consideraban confiable.

Mientras tanto, el dirigente local del PRI, Israel Betanzos, ya había comprometido los votos, pues durante dos años y medio se vio obligado a cooperar con el gobierno de Sheinbaum, a cambio de que no le activaran las carpetas que a él y a sus cercanos les tenían abiertas.

Por supuesto que Betanzos había pedido la bendición de su dirigente nacional, quien le dio luz verde para iniciar las pláticas, a fin de que el partido tricolor tuviera beneficios extra a los que había logrado en 2021.

Esa decisión le pegaría directamente a la alianza que durante más de tres años habían venido construyendo PRI, PAN y PRD para ir juntos en las dos principales elecciones de 2024: la Presidencia de la República y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

Pero la negativa de Claudia a recibirlo, y la oportunidad que le abrieron los partidos aliados para apoderarse de varias candidaturas, a cambio de apoyar a Santiago Taboada en la capital del país, hicieron que Alito se retractara para ayudar a Ernestina.


Betanzos y compañía quedaron en medio, pues el compromiso que habían hecho para garantizar la reelección de la fiscal, a cambio de impunidad, se evaporó.

La sesión del 13 de diciembre de 2023 fue reventada por Morena, al no garantizar la mayoría necesaria; se reprogramó para el 9 de enero, a fin de apretar a los opositores, pero no pasaron de los 41 legisladores y Godoy fue derrotada.

Esa traición de Alito puso en jaque a sus dirigentes locales, a quienes no les quedó otra que apostar porque Xóchitl Gálvez hiciera el milagro de ganar la Presidencia de la República y Taboada cumpliera los pronósticos en la capital; confiaban en que el Congreso estaría parejo.

Pero en junio llegó la debacle y quienes no saltaron del barco se escudaron en su respectivo fuero, solamente que, en el caso de Alito, están viendo si le reactivan un juicio de procedencia para desaforarlo y meterlo al bote, cosa que se ve difícil, pero con la 4T la ley es lo de menos.

Sobre todo porque ya no necesitan de él en el Senado de la República, donde Adán Augusto López hizo las compras necesarias de dos perredistas, un panista y una priista para no necesitar de nadie a la hora de aprobar las iniciativas que al oficialismo se le dé la gana.

El campechano puede perder la partida… y el partido.


CENTAVITOS

Lenia Batres estuvo ayer en Puerto Escondido dando una conferencia sobre la reforma al Poder Judicial y su impacto social. Para garantizar la tranquilidad de la invitada, la diputada morenista Rosa María Castro solicitó a la Fiscalía General de Oaxaca desplegar un operativo especial a fin de que la Ministra del Pueblo tuviera escolta del aeropuerto a su hotel y viceversa. Ahora que viene la elección de ministros, a Batres se le ocurre iniciar conferencias por el país, pero que nadie vaya a pensar que ya inició campaña con recursos públicos.