Resumen:
Frente a la iniciativa privada e incluso respecto de organismos autónomos similares, el Instituto Nacional Electoral (INE) dejó ser salarialmente atractivo para potenciales supervisores y capacitadores.
Transcripción:
Frente a la iniciativa privada e incluso respecto de organismos autónomos similares, el Instituto Nacional Electoral (INE) dejó ser salarialmente atractivo para potenciales supervisores y capacitadores.
A una semana de la elección más grande de la historia, al árbitro le faltaban 756 integrantes de este personal denominado Caes, pieza fundamental para el control de casillas y para la recolección de datos para alimentar los conteos rápidos (tendencias), por ejemplo.
Sin bien el número de vacantes representa un mínimo porcentaje respecto al total de operadores de las 170 mil 304 casillas a instalar, hasta el corte del 24 de mayo se reportaba esta situación en ocho por ciento de las poco más de 7 mil 123 Zonas de Responsabilidad Electoral (Zores), específicas para esta tarea; en cada una debe haber un supervisor que, a su vez, tenga seis Caes, según la dispersión territorial.
Martín Faz, presidente de la Comisión de Capacitación y Organización del INE, explicó a La Jornada que esto no es una crisis para los comicios pero sí un asunto a resolver en los próximos días, toda vez que es necesario garantizar el voto para todos los ciudadanos.
También dijo que la circunstancia no obedece a renuncias masivas sino a un fenómeno persistente en ciertos puntos de entidades fronterizas, áreas turísticas o donde notablemente organismos como el INEGI o las empresas privadas pagan más a sus colaboradores.
En zona cara del país, el INE ofrece 15 mil mensuales a supervisores y 12 mil a capacitadores (sin prestaciones y con responsabilidades 24/7), mientras que en las zonas estándar los pagos son de 12 mil y 9 mil 500 pesos, respectivamente.
El contrato tiene una naturaleza temporal y en el actual proceso máximo es de diciembre de 2023 a junio de 2024.
Los sueldos son por honorarios y para este proceso sólo se logró dejar una bolsa presupuestal para los Caes, independientemente del monto general que autorizara la Cámara de Diputados para el INE. No obstante, no fue suficiente para elevar notablemente la oferta salarial.
No son renuncias masivas o de un día para otro. Ahora mismo (tarde del viernes, a una semana de la elección) tenemos 42 vacantes de supervisores y 714 capacitadores, es decir, un total de 756, explicó.
Aclaró que ha habido sitios como Jalisco y Baja California, donde el INE nunca ha podido completar la plantilla de Caes, mientras que en otros estados las renuncias ocurren cuando la persona encuentra un mejor trabajo como en las zonas metropolitanas de Monterrey, Jalisco, Ciudad de México y Cancún.
En este momento –añadió– tenemos 460 Zores con una vacante, lo que puede resolverse relativamente fácil con el trabajo de un supervisor, pero en 87 zonas hay dos vacantes de capacitadores y en 21, tres. Puntualizó que el principal reto está en poco menos de dos por ciento de las Zores, pues en cuatro hay tres vacantes y en una hay cinco faltantes.
Cada consejo distrital analiza cuatro opciones autorizadas por el consejo general del INE para encontrar la forma más adecuada en su región para cubrir vacantes; las opciones rondan en conseguir el apoyo de los institutos electorales estatales e incluso del personal de los módulos de atención ciudadana.